Mito o realidad: ¿Dios apartó a mi pareja?
¿Crees que Dios ya tiene a una pareja para ti? Esto dice la Biblia. (más…)
Lo increíble es que haya malos esposos que dicen ser cristianos.
Esta breve guía te ayudará a comprender mejor cómo es que la vida y ejemplo de Jesucristo nos da las claves para ser buenos esposos. Esto es algo urgente que dar a conocer, pues muchos esposos cristianos están haciendo un mal papel y, no solo como tales, sino también como padres. En muy poco son diferentes que los hombres sin Cristo. Encontramos en las iglesias buena cantidad de egoístas que solo buscan satisfacerse, que no miran por los intereses de sus esposas tanto como por los propios, insensibles, incapaces de dar afecto poniendo de pretexto que no lo recibieron, celosos, manipuladores, que no pueden amar a sus esposas como se aman a sí mismos y que renuncian a responsabilidades que son de ellos, como educar y dar ejemplo a los hijos de cómo se vive el evangelio, entre otras cosas.
Pero la fe en Cristo les da esperanza para ser lo que han sido llamados a ser: ejemplo de lo que Jesús vino a hacer al mundo, de lo que hace con su Iglesia y del carácter del Señor. Mira en esta publicación cómo ser cristiano, o seguidor de Jesucristo, te hace automáticamente buen esposo.
23 Porque el esposo es cabeza de la esposa, de la misma manera que Cristo es cabeza y salvador de ese cuerpo suyo que es la iglesia.
Efesios 5 NBV
Normalmente, muchos predicadores toman este texto bíblico para afirmar que la esposa debe hacer, sin cuestionar ni quejarse, todo lo que le diga su esposo sin que este tenga ningún compromiso con Cristo ni con ella. Esto es es mentira y es absurdo. Ser cabeza no significa imponer la voluntad propia, mucho menos la pecaminosa -como ocurre comúnmente-, a la mujer.
Ser cabeza de la esposa es cuidar de ella de la misma manera que Cristo cuida de su iglesia. Jesús es el ejemplo de cómo el esposo se sacrifica por su esposa al servirle, al proveerle, al amarla, al ver por sus necesidades (desde las afectivas y emocionales, hasta las espirituales y materiales), por ejemplo. Esta es la autoridad a la que se refiere “ser cabeza”. En cambio, muchos esposos siguen siendo carnales y egoístas, y así pretenden dar órdenes a las mujeres que Dios les ha dado a cuidar.
El esposo dirige a su familia en representación de Cristo, lo cual significa que ha de amar a su esposa con la misma alegría y entrega que su Señor a su Iglesia. Y tal como ello lo sugiere, para que el esposo ejerza su autoridad de esta manera deberá haber rendido su propia vida a la autoridad de Jesucristo, sometiéndose a su señorío y renunciando a ser su propio señor. Esto es lo que cualquier cristiano nacido de nuevo hace, por lo que un cristiano siempre es un buen esposo.
25 Los esposos, por su parte, deben mostrar a sus esposas el mismo amor que Cristo mostró a su iglesia. Cristo se entregó a sí mismo por ella 26 para hacerla santa y la purificó lavándola con agua por medio de la Palabra. 27 Lo hizo así a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin manchas ni arrugas ni nada semejante, sino santa e intachable.
Efesios 5 NBV
El amor que Cristo mostró a su iglesia no nace de los sentimientos. Jesús no tenía razones para sentir cosas bonitas por incrédulos, amantes de sí mismos, orgullosos, malhechores. Eso éramos antes de recibir de su parte fe para creer en su gracia y misericordia. Ahora, somos iglesia porque nos amó, es decir, obró en favor de los pecadores sin que lo mereciéramos para que al arrepentirnos de nuestras obras malas vivamos para él. Entonces, los esposos deben obrar en favor de sus esposas, lo merezcan o no, sean como ellos quieren y esperan, o no.
Cristo trabaja intencional y esforzadamente en santificar y purificar a su iglesia por medio de su Palabra. Lo que hace es para beneficio de ella y no hace nada en su contra, sino que la pastorea guiándola a conocer al Padre y a obedecerlo. Asimismo, el esposo no se ocupa de que ella lo obedezca a él, sino de que su esposa obedezca a Dios. El varón no se empeña en que ella piense como él ni haga lo que él quiere, se empeña en que ella piense como Cristo y haga lo que él quiere y, para ello, la pastorea según el buen y perfecto consejo de Dios expresado en la Biblia.
Esto es para presentar a su esposa a Cristo intachable porque el esposo da cuentas por ella. Como el cristiano se ocupa de seguir al Buen Pastor, también se ocupa de que su esposa lo haga. Así, mutuamente se ayudan a que el otro persevere en su fe en lugar de destruirlo cuando tropiece. Esto hace cualquier cristiano por su hermano, por lo que un cristiano es un buen esposo.
28 Así deben amar los esposos a sus esposas: como aman a su propio cuerpo. ¡El hombre que ama a su esposa se ama a sí mismo! 29-30 Nadie aborrece su propio cuerpo; antes bien, lo alimenta y lo cuida con esmero. Cristo hace lo mismo con ese cuerpo suyo del que formamos parte: la iglesia.
Efesios 5 NBV
El esposo se ama. El problema es que se ame demasiado, siendo egoísta, y ello le impida amar a su esposa como él se ama a sí mismo. Esposo y esposa han hecho el Pacto Matrimonial entre ellos y con Dios, por lo que han prometido comunión con Dios y entre ellos. Esto significa que ya no son dos, sino solo uno. Cuando el matrimonio actúa como si fueran enemigos es porque cada uno solamente ve por sus propios intereses y no por los del otro.
La misma unidad que se tiene con Cristo es la que el esposo cultiva con su esposa. Entiende que si la ama, se ama a sí mismo. Esto es verdadero, porque si un esposo sirve, ama y cuida a su esposa, ella corresponde con creces y hay armonía en el hogar. Por ello, el esposo se esmera en ser uno con su esposa así como procura ser uno con Cristo.
El esposo, siendo cristiano, es un buen esposo. Este hombre tiene un concepto correcto de sí mismo (humilde), perdona porque sabe que fue perdonado y que podría tropezar y requerir perdón, domina sus emociones, es paciente, es servicial. En cambio, los esposos que eligen ser egoístas se comportan como si se aborrecieren a sí mismos porque estarán haciendo lo posible para tener guerra en su propia casa. Él mismo cosecha lo que sembró.
Mujer, cuando te preguntes si el hombre con quien estás será un buen esposo reflexiona en lo que has leído aquí. Claro, algunos ya están en este camino aunque no son lo que deberían ser. En ese caso, el hombre con quien te quieres casar, ¿tiene un corazón humilde para que sea un buen esposo o es orgulloso? Y la pregunta más importante: ¿en tu noviazgo ya estás viendo que el hombre es un buen cristiano que será un buen esposo o no?
Ahora, si tú estás casada con un hombre que no imita a Cristo (aunque se junte con la Iglesia y diga que cree en él), también hay consejo para ti, aunque la exhortación es que te mantengas fiel a Jesús, imitándole en todo:
Encuentra más temas de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo”.
También tenemos para ti los libros de Restauración Personal “40 días en el desierto” y de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil“.
Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona e iglesia a reconciliarse con Dios y con su prójimo. También es autor del éxito de librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.
Síguenos en Facebook.com/restauraministerios