Si te has alejado de Dios y deseas regresar, esto es para ti.

Sabemos que son muchos los creyentes que, en alguna etapa de sus vidas se han alejado de Dios, de la Iglesia y de la Biblia. De hecho, Restaura Ministerios existe para ayudarles a restaurar su comunión con Dios.

Muchos jóvenes acuden a las redes sociales con la esperanza de encontrar ayuda o consejo. ¿No lo encontrarán en sus iglesias? ¿No desean acudir a ellas para obtenerlo? ¿Por qué? Nuestras iglesias necesitan instaurar una Cultura de Restauración si lo que han hecho hasta ahora es condenar. En este artículo hablamos de ello (da clic aquí).

Por lo pronto, mi intención en este artículo es dar consejo bíblico para que quienes quieren volver al Camino sepan qué hacer. Como ministerio nos dedicamos a ayudar a las personas a lograrlo a través de un proceso de restauración personal, pero en este texto daré orientación para dar los primeros pasos:

Reconocer, Confesar y Arrepentirte de tu pecado

Aunque enlisto los pasos, reconciliarte con Dios no es algo mecánico ni nace de nuestra voluntad de forma espontánea. Quiero decir que el pecado endurece nuestro corazón y nuestra conciencia. Esto es resultado de que resistimos al Espíritu Santo una y otra vez. De hecho es su Espíritu el responsable de hacerte sentir como ahora te sientes por haber hecho lo malo aun cuando ya tenías conocimiento de la Verdad. El Evangelio nos enseña que nos es necesario reconocer ante Dios nuestra condición, rebeldía y pecado al confesárselo. Seguro piensas que él ya lo sabe todo. El acto de confesar requiere de humildad que destruye el orgullo. Significa que estamos listos para volver a Dios. Él ya lo sabe, ahora, necesita escuchar que lo reconoces.

Pero sentirnos mal no es es todo. El arrepentimiento es abandonar nuestras maldades para no volverlas a practicar. No es que nunca vayas a pecar, significa que no volverás a practicar las cosas que en primera instancia te alejaron de Dios.

17 Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas y has sido hecho copartícipe de la raíz —es decir, de la abundante savia del olivo— 18 no te jactes contra las demás ramas. Pero aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz sino la raíz a ti. 19 Entonces dirás: “Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas. Pero tú por tu fe estás firme. No te ensoberbezcas sino teme; 21 porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; pero la bondad para contigo, si permaneces en su bondad. De otra manera, tú también serás cortado“, Romanos 11 (RVA2015) Nota: el énfasis es mío.

Practica disciplinas espirituales

A estas alturas seguramente ya te diste cuenta que orar, leer la Biblia e incluso asistir a reuniones con otros cristianos no te hace automáticamente obediente a la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2). Quizás tú, como yo alguna vez, hiciste todas estas cosas y de cualquier manera vivías como querías, haciendo tu voluntad. Bueno, quiero decirte que es necesario llevar a cabo esas disciplinas espirituales, pero necesitas vivir conforme a tu nueva naturaleza espiritual. Debemos orar porque el espíritu está dispuesto, pues la carne es débil, y esta disciplina nos mantiene sensibles a lo que Dios quiere si nuestra oración es guiada por lo que Dios quiere, no por lo que nosotros queremos (Efesios 6:18a). ¿Y qué es lo que Dios quiere? Por eso necesitas leer, meditar y aplicar la Biblia en tu vida cada día. Las disciplinas espirituales son indispensables para ti, pero no servirán si no abandonas tu pecado y vives haciendo lo que Dios aprueba. Eso es retener firme la esperanza que confesamos.

23 Retengamos firme la confesión de la esperanza sin vacilación porque fiel es el que lo ha prometido. 24 Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. Hebreos 10 (RVA2015)

Haz equipo con otros

No podemos hacerlo solos. Nos justificamos, somos tolerantes con el pecado que practicamos y llegamos a amarlo. Pero cuando rendimos cuentas a otros nos sentimos más motivados a mantenernos íntegros, aunque sea por la vergüenza que implicaría fallar. Otros nos ayudan a enfocarnos y a no volver atrás; en cambio solos, si caemos no tendremos quién nos levante. Pide a un hombre maduro en la fe, si eres hombre, o a una mujer, si eres mujer, que se haga cargo de tu vida, de discipularte y pedirte cuentas. Para eso existe la iglesia, no para ser un club, sino para funcionar como un cuerpo que se cuida. Cuando el autor de Hebreos dice que no dejemos de congregarnos no dice que no dejemos de asistir al edificio donde nos reunimos los domingos porque en ese momento no existían los templos cristianos. Se refiere a que sigamos estando unidos y teniendo cuidado los unos de los otros. Cuando dice “exhortémonos” es una forma de decir que debemos cuidarnos unos a otros usando la Biblia, para prevenir que no nos apartemos de Dios y para ser corregidos cuando estemos pecando.

25 No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca. Hebreos 10 (RVA2015)

Persevera en la fe

La vida en la fe se trata de perseverar en la fe, de mantenerte en el Camino, de permanecer en permanente comunión con Dios. Esto es que te mantienes firme en su Verdad, y aunque vengan tropiezos, serán solamente eso, tropiezos. Tus hermanos alrededor te ayudarán a levantarte. Si te fijas bien, la gente no se la vive tropezando mientras camina, simplemente un día dio un mal paso y tropezó. Por lo tanto, no uses eso de justificación y pretexto para estar haciendo lo malo. Quien persevera en la fe será salvo, así que ten ánimo y sigue adelante. Perseverar en la fe es hacer el bien, es vivir como Cristo, es hacer lo justo, es reflejar el carácter de Dios en nuestro carácter, imitar a Jesús en toda circunstancia, todo el tiempo. Y si llegas a fallar, comienza de nuevo.

26 Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado 27 sino una horrenda expectativa de juicio y de fuego ardiente que ha de devorar a los adversarios. 28 El que ha desechado la ley de Moisés ha de morir sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos. 29 ¿Cuánto mayor castigo piensan que merecerá el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu de gracia?, Hebreos 10 (RVA2015)

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Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo. Es autor del éxito del librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.
Encuentra más sobre estos temas en el libro de Restauración Personal “40 días en el desierto“. También adquiere el libro de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo y de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil.

4 Comments

  1. Miguel Rivas

    Ha Sido de mucha ayuda sus consejo,mi vida está vacía,no sé qué hacer. Soy cristiano pero ando mal en mi relación con el Señor y mi familia. Agradecería sus oraciones. El Señor los siga bendiciendo en sus vidas y ministerio

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