Lo que es y lo que no es la voluntad de Dios
Hacer la voluntad de Dios es el objetivo de la restauración. (más…)
La película “Inesperado” trata el aborto sin argumentos religiosos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que el aborto o el asesinato en el vientre de la madre de un ser humano en desarrollo es un derecho de las mujeres. ¿Qué implica esto?
Algunos ejemplos de los argumentos son los siguientes:
Fuentes:
-–https://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/cartillas/2015-2016/car-Derechos-Sexuales-reproductivos.pdf
––https://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=pagina&id=23&id_opcion=20&op=20
––https://www.milenio.com/politica/iniciativa-busca-legalizar-aborto-munoz-ledo
Ya en la práctica, los conceptos ideológicos son mezclados con hechos ––como el maltrato doméstico o la violencia sexual como el acoso y la violación, entre otros comportamientos criminales–– para darle credibilidad pero claramente se fundamenta en aspectos alejados no solo del sentido común, también de la ciencia.
Toda vida es preciosa y su valor no depende de las circunstancias en las que fue concebida, sino que está por encima de ellas.
Organismos internacionales y las filosofías feministas radicales han acuñado una terminología para el aborto que esconde tras eufemismos la verdad de los hechos.
Por ejemplo, la palabra misma “aborto” no comunica transparentemente el impacto de la acción a la que se refiere, que es la de terminar violentamente una vida humana que está en desarrollo en el vientre materno. Otros eufemismos son “derecho a elegir”, “salud reproductiva” o “interrupción legal del embarazo“, conceptos utilizados para evitar el de “aborto” por parte de sus promotores. Además, en realidad no es interrumpido sino que el ser humano en desarrollo es destruido. Si se pudiera interrumpir también podría continuar.
Hablar en términos de “producto”, como los promotores abortistas hacen, deshumaniza al bebé en proceso de desarrollo. Si solo será considerado un ser humano hasta nacer entonces no se aplicaría a un feto el artículo 3º de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos que establece que todo individuo tiene derecho a la vida.
¿Cómo podrá tener derechos un ser humano si no se le permite nacer? Por eso se insiste en que no es un humano en desarrollo ––contrariamente a la ciencia––, sino solo un embrión o feto como si fuera una cosa no humana, y esto con el propósito de privarle del derecho a la vida. ¡Es una contradicción! Porque el embrión y el feto son solo estados de desarrollo humano y no será un humano nacido si se le impide y corta su desarrollo. Al leer el mencionado artículo es de sentido común pensar que aunque esté en su fase embrionaria o fetal se está desarrollando un ser humano y no otra cosa. La unión del espermatozoide con el óvulo siempre resultará en un ser humano, el cual tiene derecho a vivir y a nacer solo por existir y sea embrión o feto ya existe.
El sentido común también nos dice que el ser más indefenso, un bebé que se desarrolla en el vientre de su madre, debe ser el individuo al que las leyes, las autoridades y los gobernados protegen con mayor compromiso y decisión. Deshumanizar es la forma más sencilla de lograr que las leyes pro aborto sean aprobadas. Y eso hacen.
Los judíos, los indígenas, los indios del norte de América y los africanos que vendieron como esclavos a diversos países fueron abusados y asesinados masivamente porque hubo quienes aseguraron que no eran humanos. Y no es casualidad que esta vez se haga lo mismo para justificar el aborto.
Las ciencias médicas, biológicas, genéticas y genómicas postulan que una vez fecundado el óvulo comienza el desarrollo de una persona con un ADN único, con un tipo sanguíneo propio que puede ser diferente al de la madre y con su propio ritmo cardiaco. Es una persona que se gesta dentro de otra persona, por lo cual el ser humano en desarrollo depende de la madre para nacer. Esto significa que la mujer que aborta no decide sobre su propio cuerpo, también decide sobre el cuerpo de otra persona que no es el de ella.
Las discusiones sobre las llamadas 3 causales que se ha llevado a cabo en varios países que ya practican el aborto sin consecuencias legales y que está en proceso en los que no tienen como fin justificar el aborto en ciertos casos. Violación, malformaciones que hagan inviable la vida del bebé y que ponga en riesgo la vida de la madre son las más comunes.
En el primer caso hay dos consideraciones:
#1 Matar a un ser humano en desarrollo porque la circunstancia en la que fue concebido fue un delito parece brutal. ¿Cómo puede ser justicia para la madre ofrecerle matar a su descendiente si lo justo sería aplicar la ley al violador, quizá con penas más justas y con un sistema judicial eficaz? La persona más inocente en este caso es la que sufre la injusticia.
#2 Es un hecho que ciertas malformaciones del bebé le impedirían vivir siquiera un mes. Sin embargo, se argumenta que una malformación, literalmente cualquiera, le daría a la persona una mala calidad de vida. ¿Según qué parámetro? Supuestamente, no tendría la calidad de vida que debería tener una persona totalmente sana o sin defectos físicos, incluso por el acoso que podría sufrir. Todo se decide con base en una posibilidad. ¿No sería mejor apostar a que no existan acosadores a matar al que tiene defectos físicos? Se pretende decidir quién puede tener una buena calidad de vida y quién no para matar a quien, según ciertos criterios que muchas veces no son definitivos o claros. Existen casos de personas sin extremidades o con problemas en alguno de sus órganos que han demostrado tener una vida plena, si bien con limitaciones, ¿quién va a evaluar si esta persona es menos feliz que una perfectamente sana con sus miembros y órganos bien desarrollados? ¿Tendremos que matar a los que están sanos y no son felices porque no tienen una buena calidad de vida según ciertos parámetros o a los enfermos que pensamos no la tendrán sin haberles dado la oportunidad o sin haberles ofrecido un tratamiento?
Un grupo de 19 países fijó en septiembre de 2019 su postura ante la Organización de las Naciones Unidas para acordar que no existe el derecho internacional al aborto y llamar a los estados miembros a no imponerlo por no ser un tema de salud en el que hay consenso internacional.
Fuentes:
––Declaración Internacional de los Derechos Humanos https://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf
––Pronunciamiento conjunto para rechazar que exista un derecho internacional al aborto. https://www.hhs.gov/about/leadership/secretary/speeches/2019-speeches/remarks-on-universal-health-coverage.html
Las justificaciones a la despenalización al aborto indican que las mujeres pobres están en mayor riesgo de morir al practicarse un aborto porque no tienen dinero para pagar un aborto en condiciones óptimas.
¿Por qué promover una conducta ilegal como matar con la justificación de que de cualquier manera ocurre? ¿No es mejor cambiar los factores que favorecen que una mujer pobre desee abortar con políticas públicas más justas en lugar de pretender convertir el asunto en uno de políticas de salud pública que no solucionan los problemas de fondo?
También aseguran que las mujeres que abortan no deben ser encarceladas y victimizarlas así dos veces cuando han sido víctimas de delitos sexuales.
Son múltiples las circunstancias en las que una mujer enfrenta su embarazo y muchas de ellas son adversas e injustas, por lo que las leyes procuran cambiar el enfoque de la penalización al aborto a una en la que no se le revictimice. No es el caso de todas las mujeres que abortan y, convenientemente, se impide el manejo estadístico de la problemática y se justifica con el discurso de los derechos humanos. El dilema por un tiempo fue cómo evitar criminalizar a las mujeres que abortan debido a las circunstancias en las que quedaron embarazadas y cómo evitar el asesinato del ser humano en desarrollo en el vientre materno, pues es un crimen cuando se priva de la vida a una persona injustamente y cuando la persona a quien se mata no representa una amenaza inmediata. La manera de salvar tal paradoja fue deshumanizar al ser humano en desarrollo no nacido.
Para evitar criminalizar a la mujer hay que convertir al aborto en un tema de derechos humanos.
¿Quién defiende el derecho humano a la vida del ser humano en desarrollo en el vientre de la madre? Claramente están en conflicto y por eso el derecho humano de abortar no existe. Finalmente, lo que se está negando en las legislaciones de todos los países de Occidente que despenalizan el aborto es el derecho a la vida del no nacido.
Hay que legislar el aborto para que sea seguro y gratuito.
El aborto no es ni seguro ni gratuito. Se paga con los impuestos si se acude al sistema de salud pública del gobierno (en varios países el Estado subsidia las clínicas privadas) y no es seguro porque la madre se somete a un procedimiento de extracción del bebé en desarrollo que puede ser farmacológico o quirúrgico, el cual tiene riesgos en materia de efectos secundarios y de complicaciones médicas. Los efectos del aborto son también sicológicos y emocionales y, por lo general, no son atendidos. Tampoco es seguro porque el ser humano en desarrollo es asesinado.
El objetivo del aborto legal es reducir su incidencia.
Los países que tienen más tiempo practicando aborto legalmente no han visto reducir su ocurrencia, como lo demuestra la experiencia de Gran Bretaña, España, Francia, Estados Unidos o Uruguay, entre otros. En México no es diferente.
El aborto debe ser una política de salud pública por la gran cantidad de mujeres que mueren anualmente por practicarse abortos en condiciones insalubres y de alto riesgo para su salud.
En los países donde se ha legislado bajo ese argumento o donde está por ser legislado, el aborto no es una de las causas de mortandad femenina más importantes, por el contrario, es un porcentaje bajísimo, sobre todo frente a otras causas como enfermedades del corazón, diabetes, tumores malignos o enfermedades cerebrovasculares, por ejemplo. No es un tema de salud pública. Fuente: Mujeres y Hombres 2018, INEGI.
El mismo movimiento que denuncia los efectos de la masculinidad tóxica, que en realidad no es masculinidad sino falta de ella, es el mismo movimiento que promueve el aborto. Es decir, que al promover el slogan “mi cuerpo, mi decisión” quitan la responsabilidad en el asunto al hombre, generando más de lo que llaman masculinidad tóxica, o más bien, ausencia de masculinidad. Además, como cristianos debemos promover y practicar la adopción de infantes, así como formar parte de iniciativas que ayuden a las mujeres embarazadas que consideran la terminación violenta de la vida humana en su vientre.
En suma: el derecho al aborto no existe. El derecho a matar no existe.
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
Artículo 4º. Derecho a la vida. Convención Americana de Derechos Humanos.
Consulta el documento completo aquí: https://www.sitios.scjn.gob.mx/codhap/sites/default/files/acc_ref/Convencion_Americana_sobre_Derechos_final.pdf
Escucha dos episodios del podcast Consejos Divinos sobre el aborto y sus consecuencias físicas, emocionales y psicológicas, así como reflexiones sobre otras alternativas y la importancia de apoyar y acompañar a quienes están pasando por esto.