“Yo creo en Jesús… ¡pero sigo haciendo lo que no quiero!”
Nuestro deficiente evangelismo tiene graves consecuencias en nuestra vida. (más…)
El mundo reconoció los logros de Abi Ahmed, Primer Ministro de Etiopía.
Me alegra mucho que otro cristiano evangélico haya recibido nuevamente el Premio Nobel de la Paz. En su entrega 2019, fue el Primer Ministro de Etiopía de nombre Abi Ahmed y el año pasado lo recibió el extraordinario médico originario de la República Democrática del Congo, Denis Mukwege.
Es hijo de padre musulmán y madre ortodoxa, Abi Ahmed es un cristiano pentecostal, o “Pentay”, como son conocidos en el país africano. Como él, varios políticos pertenecen a este grupo evangélico.
Con 42 años se convirtió en el Primer Ministro más joven de todo el continente. El comité del Premio Nobel otorgó el reconocimiento debido a que logró terminar con el conflicto de 20 años de duración con su vecino, Eritrea, poniendo fin a tensiones sociales y militares que dejó un saldo de decenas de miles de muertos luego de que se independizara de Etiopía en 1991.
El nombramiento de Ahmed terminó con años de gobierno autoritario que encarcelaba y torturaba a opositores políticos y periodistas. Liberó a los presos políticos y denunció que habían sido maltratados. Luego cerró la infame cárcel Maekelawi donde los abusos tuvieron lugar.
Asimismo, impulsó reformas económicas para reactivar una de las economías de mayor crecimiento de África y políticas para su transición hacia la democracia. También concluyó favorablemente conversaciones de paz con grupos armados del país del que más de 2.9 millones han migrado por la violencia.
Proviene del grupo étnico más numeroso de Etiopía, los Oromo, el cual hasta ahora había carecido de representatividad en el gobierno.
En el tema de los cristianos ejerciendo el poder político soy escéptico. En América Latina solo ha habido malas experiencias al respecto y está por verse qué ocurre en El Salvador con un presidente que se dice es cristiano, pero del que no se tiene certeza cuál es su filiación religiosa.
No obstante, considero bueno y necesario destacar la labor de este hombre, quien sin duda su fe lo ha impulsado a llevar la reconciliación no solo a las esferas internacionales, políticas y étnicas, sino que también ha intervenido en que la iglesia ortodoxa, dividida varios años atrás, piense en la unidad nuevamente.
Solo quiero agregar que todos podemos ser influencia donde estamos porque nuestra fe en Cristo nos mueve a la acción, no para hacer lo que creemos mejor, sino para que teniendo la mente de Cristo seamos justos y hagamos justicia en sus términos y en su sabiduría, no en la nuestra.
Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona e iglesia a reconciliarse con Dios y con su prójimo. También es autor de los libros “40 días en el desierto” y “Amar como a mí mismo“.