Cómo estar listo para la gran decisión de compartir la vida con alguien… aunque falte tiempo para ello.  parejaHasta ahora te hemos dicho qué es lo importante a considerar para tener pareja. No importa si tienes una o no. Lo importante hasta ahora ha sido:
  1. Cambia la percepción que tienes sobre el noviazgo. No es para experimentar, un tiempo indefinido en el que tienes casi todos los privilegios y ninguna obligación ni tampoco algo condicionado a la atracción y a las emociones. Por el contrario, es una etapa de compromiso previo al matrimonio como resultado de un tiempo de amistad en el que ambas partes se conocieron profundamente.
  2. La soltería es, para quienes aún no han hallado a esa persona que deseen conocer mejor,  ese tiempo de reflexión en el que definen con qué tipo de espos@ desean compartir la vida. Esto ayuda a no dejarse llevar únicamente por factores como la atracción física, los sentimientos y las emociones, tomando en cuenta sobre todo lo que es agradable a Dios. Esto evita tomar malas decisiones, cicatrices indeseables, y claro, el pecado.
Lo que evaluaremos en esta última entrega sobre esta serie de consejos para solteros y enamorados es qué hacer en concreto para prepararse y tomar la gran decisión de casarse con alguien.
  • Examínate y sé restaurado

Primeramente piensa qué ofreces tú a un siervo o a una sierva de Dios. Alguien que ama a Dios tendrá como prioridad estar con alguien que también ama a Dios. Sé el esposo o esposa que sueñas tener, y para ello debes ser ese hombre o esa mujer desde ya. Identifica tus debilidades, porque con seguridad destruirán tu matrimonio, y desde tu soltería o noviazgo trabaja en ellas. Medita en las Escrituras para que tu comportamiento sea congruente con lo que crees y Dios hará su parte trabajando en tu vida, haciendo en ti lo que tú no puedes. Alguien que pone en esto su prioridad tiene buena parte de la tarea hecha.
  • Piensa en el matrimonio, no esperes a estar casado

¡Qué bueno que ya estás trabajando en ti! Ahora, haz una lista de lo mínimo que una pareja para toda la vida debe ser: que sea obediente a los mandamientos del Señor, trabajador (a), que le guste ver por su familia, que coopere con labores domésticas, que sea respetuoso con los del sexo opuesto, que cuide y organice bien los recursos que Dios le ha confiado, iniciativa para participar en el servicio y que procure cuidar su aspecto, por mencionar algunos ejemplos. Después pueden incluir cuestiones más personales. Hemos visto que los casos de pecado en el matrimonio se deben a que cuando estaban de novios la atracción y los sentimientos mandaron, dejando de priorizar las características enlistadas. Ya casados, cuando las emociones y lo físico quedaron en segundo término, comenzaron a darse cuenta (apenas) de que habían puesto atención en todo, menos en lo importante. Si desde ahora no defines con qué tipo de persona deseas unirte para toda la vida sufrirás las consecuencias y destrozarás tu vida y la de tu familia una y otra vez.
  • Ahorra (¡atención hombres!)

No importa que estés soltero o que salgas con alguien ya. Ahorrar un poco desde ahora para casarte significa que deseas ser un candidato serio. No sabes cuándo llegará la oportunidad, pero cuando llegue es mejor tener un poco de dinero para la boda y el hogar en el que recibirás a tu mujer y a los niños que vengan. Recuerda, como el noviazgo es corto (para evitar tentaciones y gozar plenamente tu matrimonio) tendrás menos tiempo para reunir el dinero, así que es mejor si comienzas a ahorrar. Los que andan de novios deben ser previsores y pensar en esto con mayor urgencia. Y por favor, no se vayan a vivir a casa de los papás, ellos mandan ahí, pero ustedes necesitan su propio hogar… “dejará el hombre a su padre y a su madre…”.
  • Trabaja

Si dos jóvenes desean casarse por las razones correctas, pero son estudiantes, no se les debe animar a prolongar el noviazgo por años y años hasta que terminen sus estudios y tengan empleos mejor remunerados. Por el contrario, se les debe permitir casarse, enseñándoles así que es más importante agradar a Dios. Es preferible animarlos a estudiar y trabajar para salir adelante y hacer las cosas honrosamente, con responsabilidad y dignidad. Eviten recibir el apoyo económico total de los padres, esto consentirá que la nueva pareja no asuma todas las responsabilidades de la vida de casados. El matrimonio implica gozar de los privilegios y asumir las obligaciones.
  • Ve el matrimonio como Dios lo ve

Para ser un hombre o una mujer ejemplar, obediente a Dios, equipados para formar una familia donde se viva en integridad y justicia, para ser luz en una sociedad corrupta y esclavizada al pecado, lo más importante es vivir por la verdad de la palabra de Dios. Conócela, escudríñala y, muy importante, ¡aplícala! Hemos visto que entre los jóvenes predomina la pereza y no aman la Biblia para conocer la voluntad de Dios. Ama los mandamientos del Señor porque son vida para ti y tu familia. Esto te ayudará a comprender mejor el matrimonio para que temas y honres este pacto, cuyo único paralelo es el pacto de Cristo con la iglesia que está fundamentado en el amor, la gracia y la unidad, por lo que es impensable disolverlo y que en él predomine el pecado y el egoísmo. Echa un vistazo a la Parte 1 y a la Parte 2 de esta serie si te la perdiste. Toma la responsabilidad de tu vida para que agrades a Dios en TODO y vivirás el noviazgo y el matrimonio como él lo ideó, de forma plena y feliz.
Encuentra más sobre estos temas en su libro de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo“. También está disponible el libro de Restauración Personal “40 días en el desierto” y de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil“.
Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo. Es autor del éxito del librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.
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