La culpa, ¿ayuda o perjudica al creyente? Esta es la respuesta bíblica. 

La mentira de esta publicación es: evita la culpa porque te impide disfrutar de la vida.

La filosofía de vida de hoy es YOLO (solo vives una vez). Esto significa que debes hacer todo lo que desees y no debes arrepentirte de nada, pues hay una sola vida. Es una repetición del clásico “comamos y bebamos que mañana moriremos”.

Las filosofías de moda nos dicen que la culpa no sirve para nada porque lo importante es disfrutar a toda costa sin remordimientos. Aunque la culpa es necesaria para comenzar de nuevo debemos evitar vivir estancados en ella. ¿Cómo guardar este equilibrio?

¿Por qué tenemos culpa cuando hacemos lo malo?

Algunos dicen que la moralidad es una invención del hombre o que es relativa. No obstante la moralidad, aunque con variantes, está en todas las culturas. Es a partir del Renacimiento ha existido una gran discusión en torno a si la moral es una ley universal o si cada persona puede definir su propia moral.

Sin embargo, a lo largo de la historia las civilizaciones han sancionado lo que es en contra del bien común, como el falso testimonio, el homicidio, el robo o el adulterio, por poner unos ejemplos. Esto nos habla de una ley moral universal.

En un sentido legal, una persona recibe el castigo por el mal que ha hecho. Significa que fue hallada culpable de un delito. Asimismo, nuestras conciencias nos acusan cuando hemos hecho algo malo. Sentimos culpa porque nuestras acciones no estuvieron bien. Muchos deciden ignorar sus conciencias, pero la culpa nos ayuda a evaluar nuestro comportamiento y evitar caer en el error nuevamente.

Dichoso aquél cuyo pecado es perdonado, y cuya maldad queda absuelta. Dichoso aquél a quien el Señor ya no acusa de impiedad, y en el que no hay engaño. Mientras callé, mis huesos envejecieron, pues todo el día me quejaba. De día y de noche me hiciste padecer; mi lozanía se volvió aridez de verano. Salmo 32

Es fácil identificarse con este texto bíblico. El salmista relata el sufrimiento causado por su pecado, lo cual no es otra cosa que la culpa.

¿Para qué sirve la culpa?

La culpa sirve para voltear a Dios luego de haber hecho lo malo. Imaginemos el tablero de un automóvil. Están hechos con el fin de advertir al conductor sobre la velocidad a la que va, el nivel de gasolina, la cantidad de kilometraje recorrido, si tiene prendidas las luces, si tiene puesto el freno de mano o si el aceite tiene un nivel apropiado.

Todos esos indicadores sirven para evitar que pase un desastre, que puede ser desde quedarse sin combustible lejos de casa hasta tomar una curva a una velocidad mayor a la permitida, lo que puede provocar un accidente mortal.

La culpa nos indica que hemos llegado demasiado lejos con la mentira, el orgullo, el robo, la infidelidad o el fraude. Nuestra conciencia nos pide detenernos. Así es como podemos ponernos a cuenta con quienes amamos y con Dios para no ofenderlos una vez más.

8 «Yo te voy a hacer que entiendas. Voy a enseñarte el camino que debes seguir, y no voy a quitarte los ojos de encima. No seas como los caballos ni como las mulas, que no quieren obedecer, y que hay que sujetarlos con la brida y el freno, pues de lo contrario no se acercan a su amo.» Salmo 32

¿Qué hacer con la culpa?

Úsala para tu provecho, escúchala y examínate. Una vez que te haya llevado a reconciliarte con Dios, deséchala, porque debes tener la certeza de que te ha perdonado.

El arrepentimiento de pecados impide que nos volvamos cínicos. En otras palabras, si de verdad te has arrepentido, abandonarás tus pecados y no volverás a practicarlos como lo hacías antes. Por eso, cuando la culpa te llevó a Dios, ya no debes seguir cargándola o arrastrándola. Él hace nuevas todas las cosas.

10 Al malvado le esperan muchas aflicciones, pero la misericordia del Señor acompaña a todos los que confían en él. 11 Ustedes, los hombres justos, ¡alégrense y regocíjense en el Señor! Y ustedes, los de recto corazón, ¡canten todos llenos de alegría! Salmo 32

El malvado desecha la culpa para hacer el mal. El justo escuchó a su conciencia y se arrepintió del mal que hacía para hacer justicia en adelante.

Próximas mentiras:

Haz todo para alcanzar tus sueños

Lo mejor está por venir

Tú eres lo más importante, desecha lo que impide tu felicidad

Todo mejora cuando vemos la vida de forma positiva

Yo merezco abundancia y la voy a atraer

No puedo amar a otros porque tengo baja autoestima

La mejor decisión es la que te produce paz

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Efraín Ocampo es consejero bíblico, escritor, ex periodista y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo.

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