Antes de creer que “lo mejor está por venir” definamos qué es “lo mejor”.

Anteriormente, dijimos que una de esas mentiras muy populares que nos quieren vender como verdad a los cristianos es aquello de que es mejor evitar la culpa. En esta ocasión, la mentira que expongo es aquello de que “Lo mejor está por venir”.

Usualmente, esta frase la usan los promotores de las filosofías de la Superación Personal y de la Autoayuda. Se usa para crear en las personas una sensación de consuelo y esperanza, para tener una mejor actitud ante el futuro luego de tiempos difíciles. ¿Será cierto?

¿Lo mejor para ti o para quién?

Primero debemos preguntarnos qué es lo mejor, y para responder eso debemos preguntarnos: lo mejor, ¿para quién? El pensamiento actual consiste en que debo buscar lo mejor para mí y para nadie más. Claro que debemos pensar en nosotros en lugar de lo que la gente espera de nosotros, pero cuidado: pensar solo en lo que deseamos egoístamente sin considerar a quienes amamos y dependen de nosotros es necedad.

He escuchado que usan esta frase hombres que, creyendo que su infidelidad nunca sería descubierta, después pasaron un proceso de divorcio angustiante y doloroso. Imagina que a este hombre le digan finalmente que lo mejor está por venir y que lo crea. ¡Es absurdo!

Si creemos estas frases motivacionales sin pensar en la realidad a la que queremos aplicarlas se convertirán en mentiras que contribuyen a que las personas pongan como su única prioridad su propio bienestar para destruir así matrimonios, familias, amistades, iglesias. Sin embargo, Dios nos anima a no ver solamente por nuestro bienestar personal, sino también por el del prójimo (Filipenses 2:3-4).

Lo que Dios piensa que es lo mejor

¿Qué es lo mejor? Sí, lo mejor para mí, pero no según lo que yo creo que lo es. Yo no sé lo que es mejor para mí debido a que soy egoísta por naturaleza como todos los seres humanos lo somos. No obstante, el Señor sí sabe qué es lo mejor para mí. Él es lo mejor para mí.

Dios sabe qué es lo mejor para nosotros, por eso debemos llenarnos de la mente de Dios. Al conocer sus pensamientos, su voluntad, podremos saber qué nos conviene pues nosotros mismos no sabemos pedírselo (Romanos 8:26).

Para ello debemos evitar amoldarnos al pensamiento del mundo, y a medida en la que nos llenamos de los pensamientos de Dios nuestra mente será renovada, transformada. ¡Es la única manera de conocer y comprobar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).

Que se haga tu voluntad, no la mía

Nuestro Señor Jesucristo es el mejor ejemplo. En su oración en el huerto Getsemaní antes de que comenzara su sufrimiento dijo al Padre que prefería que las cosas fueran de otra manera y le confesó que estaba angustiado, pero también le pidió que no se hiciere su voluntad, sino la suya (Lucas 22:42).

Esa es la actitud del cristiano, del discípulo de Jesús. Precisamente como no sabemos qué sea lo mejor para nosotros mismos necesitamos estar unidos al Señor de forma permanente.

Piénsalo. Si en tus decisiones procuras obtener solamente lo mejor para ti y nadie más seguramente te sentirás satisfecho, aunque el egoísmo es una trampa mortal. Pero hoy el Señor te dice que hay algo mejor para ti y para quienes te rodean: buscar y hacer su voluntad.

La frase “lo mejor está por venir” es un pensamiento optimista y positivo, pero en Cristo tenemos algo superior que eso. Cuando ponemos la mira en Él y hacemos la voluntad del Padre realmente lo mejor estará por venir, pero no esperemos que eso ocurra si solo vivimos para nosotros mismos.

“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto. Ya ustedes están limpios por la palabra que les he hablado.

Como el Padre me amó, también yo los he amado; permanezcan en mi amor. 10 Si guardan mis mandamientos permanecerán en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

11 “Estas cosas les he hablado para que mi gozo esté en ustedes y su gozo sea completo. 12 Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este: que uno ponga su vida por sus amigos. Juan 15

Próximas mentiras:

Haz todo para alcanzar tus sueños

Tú eres lo más importante, desecha lo que impide tu felicidad

Todo mejora cuando vemos la vida de forma positiva

Yo merezco abundancia y la voy a atraer

No puedo amar a otros porque tengo baja autoestima

La mejor decisión es la que te produce paz

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Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo.

Encuentra más sobre estos temas en sus libros sobre Restauración: 40 días en el desierto, Amar como a mí mismo y La Iglesia Útil.

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