Enseñar, ¿para orgullo o santificación?
Una iglesia útil reconsidera el propósito de la enseñanza antes de plantearse lo que va a enseñar. (más…)
Lee cómo orar, meditar en la Biblia diariamente y ponerla en práctica.
Mira el video o lee el artículo.
Te felicitamos por sumarte a llevar a cabo estos 12 propósitos. Confiamos en que entre más nos sumemos el impacto sea mayor en nosotros, nuestras iglesias y la comunidad donde vivimos.
El primer propósito es Ejerce disciplinas espirituales, así que empecemos por el principio. ¿Qué son las disciplinas espirituales? Son aquellos hábitos que nos ayudan a tener comunión con Dios. Los tres más comunes son orar, meditar en la Biblia y servir a otros (sea la iglesia local o la comunidad).
¿Por qué decimos que “ayudan”? Porque ejercitarlas no produce comunión con Dios por sí mismas. Leemos que los religiosos contemporáneos a Jesús oraban y sabían de las Escrituras mucho más de lo que la gran mayoría de los cristianos que conozco lo hacen. ¿Eso produjo comunión con Dios en quienes procuraban matar al Señor? Exactamente, ahora nos estamos entendiendo.
Por eso:
Ante todo comprende que orar más y meditar en la Biblia es algo que tú necesitas para conocer a Dios –quién es, cómo es, qué hace, cómo lo hace, etc–, y su voluntad –qué quiere, por qué lo quiere, cómo lo quiere, cuándo lo quiere, para qué lo quiere. Si quieres adorar a Dios por lo menos requieres saber ambas cosas. Quien dice que le ama y nunca ora ni lee su Palabra es como quien dice amar a un actor de cine y lo que sabe de él proviene de lo que lee en las revistas o lo que ve y escucha en la TV, pero realmente no lo conoce.
Jesucristo dijo “Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor” Juan 15:10. ¿Cómo vamos a lograrlo si no sabemos qué obedecer ni para qué? Es grave si consideramos que hacerlo testifica nuestro amor por Jesús. Así que cuando te animamos a orar y a meditar en las Escrituras te animamos a conocer a Dios para amarlo más y conocer su voluntad para vivir en ella. ¡Eso sí es comunión!
Ya te dijimos por qué debes orar y meditar en la Biblia, ahora voy a sugerirte cómo hacerlo.
Hazlo diariamente. Es necesario y maravilloso descubrir o redescubrir algo nuevo acerca de Dios todos los días. De esta manera proveemos alimento para nuestro espíritu y orando pedimos hacer la voluntad del Padre, no la nuestra, para que todo el tiempo pensemos y llevemos a cabo algo necesario para ser perfeccionados en Cristo. La práctica recurrente de disciplinas espirituales nos da más disposición de amar al Señor.
Obtén un sistema de lecturas diarias, te facilitará el trabajo. La Biblia en un año es uno, hay Biblias con planes y aplicaciones para dispositivos móviles como Biblia que tienen diversas opciones, o es posible hacer la búsqueda en Google y obtener muchos resultados. ¿Aún se te hace complicado? Simplemente elige un libro de la Biblia y lee cada día la extensión que puedas leer. Si hoy puedes leer un capítulo, hazlo, y si mañana puedes 5 versos, léelos. ¡Haz el hábito!
Procura que sea muy temprano, primero que todo. La gente que conozco que lo deja para el final del día está frustrada porque se queda dormida por el cansancio. Yo mismo lo hacía así antes con pésimos resultados. Para hacer un espacio a las disciplinas espirituales en nuestras apretadas agendas debemos hacer cambios importantes en nuestras rutinas. La más radical es dormir un poco más temprano para levantarte antes de la hora acostumbrada. No querrás dejar de hacerlo cuando pruebes la bendición.
Renuncia a otras actividades. A veces no tienes que dejar de hacer algo que acostumbras y te disfrutas para ejercitar las disciplinas espirituales, pero si es necesario, simplemente hazlo. Muchos cristianos normalmente dicen que no tienen tiempo de orar y leer la Biblia. ¿Necesito decir que tenemos tiempos muertos que usamos en siestas, redes sociales (Facebook, YouTube, Twitter), conversaciones ociosas, trayectos y la lista sigue. Sí hay tiempo, lo que no hay es buena administración el tiempo.
Medita en cómo te benefician las disciplinas espirituales. Si orar y meditar en la Biblia no genera cambios en ti debes recordar el propósito, es decir, la finalidad de estarlo haciendo. Estas disciplinas son el medio para tener comunión con Dios, no son un fin en si mismas, así que enfócate en alcanzar el objetivo. La mejor manera de sacar provecho a la meditación en la Palabra es ponerla en práctica.
Hay enseñanzas que debemos poner por obra, pero podrías leer textos en los que para ti no sea tan claro saber qué hacer. Por ejemplo, si lees una historia de alguien que confío en Dios, pregúntate si tú confías o no, y cómo la vida de esa persona te ayuda a confiar en Dios, sea porque vivió consecuencias terribles por no hacerlo o por ser bendecido al hacerlo. No podemos leer y no quedarnos con tarea.
Son llamadas “disciplinas” debido a que nuestro ánimo o nuestra condición espiritual o física a veces nos tiene indispuestos para buscar a Dios, o en otras palabras, a veces no queremos orar ni leer la Biblia. Cualquier profesión u oficio demanda disciplina para lograr el dominio de un arte, trabajo o técnica, cuánto más requerimos dominar nuestra mente y cuerpo con el fin de facilitar que el Espíritu de Dios tenga dominio sobre nosotros y veamos la gloria del Señor en todas las áreas de nuestra vida.
Esta es la lista:
Encuentra aquí un resumen de cada propósito, así como la publicación de cada mes:
Publicaciones relacionadas:
Efraín Ocampo es consejero bíblico, escritor, ex periodista y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo.
Practicando las disciplinas espirituales es muy probable que podamos decir: “excelente inicio de año!”
Gracias, Restaura ministerios!