México doliente
La triste realidad nos acosa. ¿Qué podemos hacer como seguidores de Jesús? (más…)
Caín nos muestra que o somos dominados por el pecado o lo dominamos.
Título: Dominador o dominado
Texto: Génesis 4:1-12
Personaje: Caín
En apariencia, Caín busca adorar a Dios presentándole una ofrenda de su cosecha, pues era agricultor. De manera inesperada, por lo menos para él, es reprendido por Dios, quien rechazó a Caín y lo que le ofreció. El Señor le hizo notar su enojo porque conocía su corazón y sus obras al señalarle que, si hiciera lo bueno, podría andar con la frente en alto.
Entonces, le advirtió a Caín sobre las consecuencias de practicar la maldad pero que él podría dominar el pecado o, de lo contrario, el pecado lo dominaría, lo cual finalmente ocurrió luego de que matara a su hermano Abel. Esta advertencia es para mí y para ti también.
La Biblia da pistas sobre la pendiente espiritual por la que Caín descendía al indicar comportamientos específicos. Primeramente, presentó una ofrenda de lo que había cosechado, mientras que su hermano Abel presentó una ofrenda en la que hubo derramamiento de sangre, lo cual hace pensar en la práctica de presentar ofrendas expiatorias por el pecado.
Que Caín no presentara ofrenda por su pecado pudiera ser una presunción, pero confirmamos que él se presentó ante el Señor sin una actitud de contrición ni de arrepentimiento para honrar al Señor. En cambio, fue amonestado por su pecado y advertido de que si seguía por ese camino el pecado lo dominaría. Además, la mismísima reacción de Caín es pecaminosa: al ser rechazado mostró su carácter y condición espiritual y se enfureció. Por esa razón es confrontado por Dios, quien le pide examinarse y arrepentirse.
Caín es un hombre dominado por sus pensamientos, emociones y comportamientos. No es que no sepa cuál es la diferencia entre el bien y el mal, él simplemente reacciona a lo que piensa y siente, en lugar de meditar en lo que está pasando, en lo que él quiere, en lo que no, en lo que es bueno y justo según Dios, y en lo que no. Se deja arrastrar por lo que siente y, al tomar el control de su mente, deja de pensar correctamente.
Se presenta al Señor sin una actitud reverente y sin un corazón contrito por su pecado. Al contrario, está despreocupado. Tuvo una actitud pagana al invocar a Dios sin haberse examinado y sin ponerse a cuentas con él, pero esperando recibir las bendiciones solo con contentarlo al darle una ofrenda.
La amonestación por su pecado lo enfurece. Claro, no puede controlarse y deja que otra vez lo que siente lo controle y le diga qué pensar, en lugar de dejar que los mandamientos de Dios controlen la mente y, a su vez, domine sus emociones. No tiene dominio sobre sí mismo. Más tarde lo veremos asesinando a su hermano como resultado de ser dominado por su pecado, lo cual lo hacía una persona rebelde a Dios.
El Señor provoca el diálogo con Caín. Él siempre tiene la iniciativa. A pesar de que en un primer momento pareciera tratarse de un Dios duro e inflexible al rechazar a Caín y a su ofrenda, inmediatamente lo vemos iniciar una conversación amorosa preguntando sobre el estado de ánimo del primogénito de Adán.
El Señor conoce su corazón, pero sabe escuchar. Quiere que recapacite, hacerlo reflexionar sobre su comportamiento. De manera pastoral, lo exhorta a andar con cuidado y le advierte de los peligros de seguir así. El Señor quiere que ande rectamente para tener comunión con él y para ello es necesario reprenderlo y animarlo a hacer las cosas diferentemente.
¿Cómo pastorear a los que son dominados por sus pensamientos, emociones y comportamientos?
Con firmeza para reprender al que necesita corrección, una advertencia o examinarse a sí mismo para que no pierda de vista lo importante por ponerse como el centro del universo.
Con verdad para fortalecer su carácter.
Con amor para para fortalecer su ánimo.
Con misericordia y gracia para dar una nueva oportunidad.
Con paciencia para esperar una respuesta favorable.
Con sabiduría para hablar.
Actuar con oportunidad. No dejar pasar el momento y atender los problemas cuando es necesario.
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