Esto te quitará el miedo de comenzar un noviazgo… o de terminarlo.

No quieres ser alguno de estos dos tipos de solteros: los que tienen miedo de iniciar un noviazgo porque no quieren sufrir y que no sea el indicado, o aquellos que son capaces de tener un noviazgo con alguien que no comparte lo más importante y sagrado: Dios y la comunión con él.

Esta publicación te ayudará a superar cualquiera de esas situaciones si estás en alguna de ellas.

Si vale la pena para el matrimonio, vale la pena para el noviazgo

De una vez te lo digo, la manera de tener éxito en tu relación es escoger un buen esposo o esposa. ¿No quieres casarte? No tiene ningún sentido comenzar una relación amorosa. ¡Piénsalo! Si tu intención no es casarte andarás con cualquiera que te guste y terminas casándote podría ser una pésima opción para formar una familia. Esto lo vemos todo el tiempo.

Solo tomando en serio una relación desde el principio pondrás atención en lo verdaderamente importante y evitarás una relación que te hace sufrir. ¿Te digo una cosa? Sufrir como lo haces no es normal. Así que debes darte la oportunidad de conocer aquello que amarás o que odiarás de tu pareja.

La verdad es que la mayoría de los solteros comienzan noviazgos porque se sienten atraídos físicamente y eso les impide ver que sus parejas son rebeldes, necias, que administran mal los recursos, desobedientes a los padres, egoístas, mentirosos, peleoneros, sin comunión con Dios, esclavos a la pornografía, controlados por sus emociones, inmaduros y otras cosas más. Pregúntate: ¿vale la pena para casarte? ¿Sí o no?

Prepárate para el noviazgo sin estar enamorado

Ahora que no estás en el enamoramiento piensa en todo aquello que debes ser y hacer. Trabaja en ti, en lo que quieres ser y permite a Dios trabajar en tu carácter para adorarlo como él merece. Si en tu soltería tu vida hace la diferencia en tu familia, tus amigos, tu iglesia y en las personas, seguramente hará la diferencia en la vida de tu pareja.

Comenzar una relación al estar en el enamoramiento te podrá en riesgo. Con tal de seguir junto a la persona comenzarás a justificar sus defectos de carácter, su corazón pecaminoso, su voluntad desobediente y rebelde. Ahora, NADIE ES PERFECTO, estamos de acuerdo. Lo importante es ser la pareja por la que otra persona está orando y escoger bien a la persona por la que estás orando.

Debes tener muy claras tus expectativas pero sobre todo que tú eres alguien con quien vale la pena estar. Muchos solteros esperan tener una pareja extraordinaria pero ellos mismos no son ni la mitad de lo que exigen.

Conoce a la persona antes del noviazgo

Esto debería ser algo obvio, pero es lo que los solteros omiten más. Muchas parejas iniciaron su relación para conocerse y es lo más estúpido que podrías hacer. No tiene sentido. Tú inicia una relación porque ya conociste a la persona.

Claro, quizá no la conociste profundamente y, además, hay quienes son muy buenos fingiendo algo que no son. No obstante, habrás ocupado la mayoría de los filtros para evitar la decepción y aún así podrían darte una sorpresa.

Si alguien te interesa debes observar. Fíjate en su vida, cómo toma sus decisiones, las motivaciones para hacer las cosas, si ama a Dios o si la fe la ve como una herencia, cómo administra los recursos que el Señor le ha dado. Si consideras que es una pérdida de tiempo, huye porque probablemente ya sientes atracción. Si aún no hay enamoramiento será más fácil hacerlo.

Recurre al noviazgo porque están comprometidos

Muchos fingirán estar de acuerdo con tus valores y convicciones para continuar cerca de ti aún cuando saben que se están engañando a sí mismos. No inicien un noviazgo para conocerse, sino porque ya se han escogido mutuamente. Es un enfoque totalmente diferente. Esto les ayudará a valorar más a la pareja y les evitará las heridas de las relaciones superficiales.

Lo digan o no con palabras estarán preparados para tener un compromiso permanente. Lo más sano es comenzar la relación con esta seguridad. Así ambos se comportarán teniendo presente que la otra parte también es un hijo o una hija de Dios. Por lo tanto, se respetarán, cuidarán y honrarán aún cuando sean novios.

El mejor candidato para un noviazgo tendrá la comunión con Dios que deseas tener, te acercará más a Dios, lo amará más que a ti, lo pondrá antes que a ti, busca restauración cuando falla, no toma el pecado ni la tentación a la ligera, no menosprecia la sangre de Cristo y ayuda a otros a relacionarse con Dios. Tal persona no es la maravilla, hace lo mínimo que debe hacer. Es un siervo inútil. Ese siervo debes ser tú.

Para concluir…

Si la persona que te interesa está comprometida con Dios querrás estar comprometido con ella. Recuerda, tienes un valor, Dios te ha hecho a su imagen y semejanza, el Señor murió para reconciliarte con Dios y ahora eres hecho su hijo si has creído y vives según tu propósito en Cristo. No elijas mal a tu pareja, tienes todo para hacerlo bien.

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Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo. Es autor del éxito del librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.

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