7 errores comunes en los grupos de alabanza
Las iglesias somos cómplices cuando los grupos de alabanza fallan. (más…)
Las disciplinas espirituales son inútiles si no hay examinación personal.
En Enero estuvimos trabajando el primero propósito del año, esto es, adquirir las disciplinas espirituales de orar y meditar en las Escrituras. Adquirir un hábito es difícil y es un gran logro, pero lamentablemente por mucho que hagamos estas dos cosas serán estériles sin la examinación personal.
La examinación personal es el propósito de las disciplinas espirituales. Ambas cosas deben tener el objetivo de impedir que la rutina –nuestras preocupaciones, afanes y actividades– nos haga perder de vista lo importante: adorar a Dios. ¡De eso se trata la vida!
Orar y meditar en la Biblia son un medio para que Dios nos enseñe sobre él, con el fin de amarlo, y nos muestre su voluntad para hacerla. Dar lugar a la examinación nos permite mirar nuestra vida con los lentes de Dios para ver todo como él lo ve, y así podremos juzgar nuestras intenciones y comportamiento. Solo entonces podremos tomar decisiones de obediencia a Dios.
Luego de practicar tus disciplinas espirituales, te sugerimos responder estas tres preguntas cada día:
De esta manera permites al Espíritu trabajar en tu voluntad y en tu carácter. Si la Biblia y la oración no están provocando cambios en tu vida no es porque sean inútiles, sino por tu rebeldía.
Muchos cristianos están sufriendo por las consecuencias del pecado en sus vidas no porque ignoren la diferencia entre lo bueno y lo malo, sino porque ni oran ni meditan en las Escrituras, y por lo tanto, viven proveyendo para sus deseos pecaminosos –para lo que sí tienen tiempo porque se dice que no hay tiempo de orar ni para leer la Biblia–.
Pregúntate: ¿cómo sería de diferente tu vida si ejercitaras tus disciplinas espirituales y las aprovecharas para examinar tu vida a la luz de la verdad de Dios con el fin de abandonar tu pecado y obedecer a Dios?
La falta de oración destruirá tu vida poco a poco. No, no exagero. En cambio, al orar en todo momento durante todo el día te mantendrá trayendo a la memoria lo que leíste de la Palabra de Dios. Cuando se presente una oportunidad para pecar o hacer lo bueno estarás más sensible a actuar conforme al carácter de Cristo, no el tuyo, el cual está corrompido por los deseos pecaminosos.
Ora en un tiempo especial apartado para el Señor, pero también sigue orando cuando termines. Eso ayuda a pensar en cómo agradar a Dios partiendo de tu lectura bíblica. Sea cual sea la debilidad con la que estés luchando, si estás orando de pronto verás que es más fácil vencerlas. Estarás más consciente de que no afrontas tus tentaciones solo, como antes. Al contrario, él te ayuda y fortalece.
Recuerda, oramos para…
Consejo 1: al hacer tus disciplinas espirituales lleva un diario en papel o en tu celular o computadora para responder las tres preguntas sugeridas anteriormente. Escribe la fecha, qué texto leíste y las respuestas. Así podrás consultar esta información y tener más claro cómo Dios va trabajando en tu vida.
Consejo 2: escribe cada día peticiones sobre lo que quieres que Dios haga en tu mente, carácter y voluntad. Repásalo cada semana para evaluar tu crecimiento espiritual y anota las victorias y avances como respuestas a esas oraciones. Por ejemplo: hoy oré porque Dios me ayude a ser paciente y a confiar más en él. Siempre termino haciendo lo que quiero, aunque esté mal (15 de enero de 2018).
Consejo 3: al final de cada mes examínate al leer tus notas para identificar tus victorias y fracasos. Tú sabrás rápidamente que los fracasos se caracterizan por tu rebeldía a lo que Dios quiere, y que las victorias se deben a tener claro qué quiere y obedecer sus mandamientos sin poner pretextos o justificarte.
Enero – Ejercitar disciplinas espirituales
Descripción de todos los propósitos
Efraín Ocampo es consejero bíblico, escritor, ex periodista y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo.