La fe es racional, la superstición es irracional. ¿Tienes fe o superstición?  Una de las peores mentiras y mitos sobre la fe es que no es racional. Hebreos 11:1 dice:

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. RVR1960

Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve. RVC

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. NVI

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. DHH

Muchos han entendido y usado este texto para decir que las cosas de la fe no se pueden entender o que la fe no tiene que ver con la razón. A veces he visto usar este texto para enseñar que es fe desear mucho algo aunque parezca algo imposible. La fe nada tiene que ver con eso.

Diferencia entre la fe y la superstición

El versículo citado sobre la fe dice que la fe es certeza, convicción, estar seguro, estar convencido, garantía, plena seguridad.

Por otro lado, la superstición, según el Diccionario de la Lengua Española es:

1. f. Creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón.

La superstición también es creer algo o en algo, por eso se confunde tanto con la fe. La diferencia es que esta creencia no tiene relación alguna con la fe porque es contraria a la razón. Fe y superstición son dos cosas opuestas.

La superstición

Voy a ejemplificar la superstición. Cuando alguien dice que no es posible creer en Dios debido a que no se le puede ver, el supersticioso responde que existe porque él lo siente. Esta enseñanza es supersticiosa porque es contraria a la razón.

Dios no es una experiencia personal, es real sin importar mi opinión y Cristo es la verdad, aunque la rechace. Los sentimientos hacia Dios son una respuesta emocional por conocerle personalmente, y quienes confunden la fe con la superstición llaman equivocadamente a esas sensaciones “experimentar a Dios” o a su presencia.

El enojo, el miedo, el cariño, el ánimo, la alegría, la angustia, el coraje o valor, el regocijo, el consuelo y el desconsuelo, la tristeza, la vergüenza, la confianza, el desprecio, la tranquilidad y la intranquilidad, en fin, son sentimientos. Podríamos sentir consuelo, ánimo o alegría al entender que Dios es bueno, pero ese consuelo, ánimo o alegría no es la persona de Dios ni su presencia. La persona que dice “siento a Dios” en realidad se refiere a sentimientos inspirados en Dios o resultado de su obra restauradora.

El salmista hace la diferencia entre Dios y el sentimiento que produce acudir a él:

Los que a él acuden irradian alegría… Salmo 34:5a

El supersticioso explica la existencia de Dios con una creencia irracional diciendo que lo siente. ¿Es posible conocer a Dios con nuestro entendimiento? La Biblia dice que sí y que eso es fe.

La fe

Pablo explica en Romanos que la humanidad rechazó a Dios luego de conocer al invisible por medio de las cosas visibles. Dios se dio a conocer por medio de su formidable y perfecta creación.

19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Romanos 1

Hay gente que cree en Dios etiquetada de ignorante porque no tiene conocimientos académicos, y algunos atribuyen a ello su fe. Quizá no tengan la información necesaria para tener éxito económico, pero tienen conocimiento de Dios. Ahora, científicos proceden a la fe debido a las mismas evidencias que ayudan a creer a los más ignorantes, descritas en Romanos 1. Lo visible está hecho para entender lo invisible.

Por la fe entendemos que Dios creó el universo por medio de su palabra… Hebreos 11a

Si Abel, Enoc, Noé, Abraham, Jacob, Isaac, José, Moisés, Josué y todos los demás no hubieran conocido realmente a Dios, no habrían tenido la certeza necesaria para hacer lo que hicieron. Antes, Dios quiso que usáramos el entendimiento para creer en él y lo sigue haciendo a través de la Biblia.

El pecado es irracional (falta de fe)

La Biblia muestra a un Dios perfecto y a Cristo como su viva imagen. Más de 40 autores escribieron sobre Dios en un periodo de 1,600 años y a pesar de ello es el mismo Dios, tiene los mismos planes, el mismo carácter y la ciencia hoy corrobora que hizo uso de su inteligencia al crear el universo, el planeta y la vida.

Aprendemos que este Dios (conocido como Yo Soy y por su nombre en hebreo transliterado al español Jehová o Yahvé) no cambia a pesar del tiempo y atestiguamos que es fuente de la verdad por el conocimiento que de él obtenemos. Esto produce en nosotros certeza, convicción, estar seguros, estar convencidos, garantía y plena seguridad de su existencia, de que su voluntad buena, agradable y perfecta, así como de su redención y salvación en Cristo, esto es, sus promesas.

Por eso, mientras la fe en Dios es racional, negarse a creer en Dios (el pecado) es irracional. El pecado es la ilusión de creer que vamos a satisfacernos nosotros mismos; que somos la razón y la causa de todas las cosas y que hacer el mal tiene un buen final. Como no somos Dios y mientras estemos lejos de él perseguiremos inútilmente por siempre la felicidad y la plenitud.

Por eso la Biblia describe como necio al que irreflexivamente se entrega a toda clase de pecados, porque el necio tiene creencias contrarias a la razón.

32 Los incautos mueren por sus propios desvíos; a los necios los destruye su autosuficiencia. Proverbios 1

23 El necio se divierte cometiendo maldades; el sabio se recrea con la sabiduría. Proverbios 10

10 David se sintió muy apesadumbrado y fue a decirle al Señor: «He cometido un grave pecado. Te ruego, Señor, que perdones a este siervo tuyo por haber sido tan necio.» 2 Samuel 24

9 Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto. Pero en este caso tú has actuado como un necio. Por eso, de ahora en adelante te verás envuelto en más guerras.» 2 Crónicas 16

2 Es un hecho que al necio lo mata la ira, y a los que todo codician los mata la envidia. Job 5

1 Dentro de sí dicen los necios: «Dios no existe.» Corrompidos están. Sus hechos son repugnantes. No hay nadie que haga el bien. Salmo 53

18 Miente quien disimula su odio; es un necio quien propaga calumnias. Proverbios 10

16 El necio al instante revela su enojo; Pero el prudente desdeña la injuria. Proverbios 12

El propósito de la fe es conocimiento de Dios

La manera más sencilla de identificar si tienes fe o superstición es ver tus frutos. Son necios quienes siguen esclavizados a los mismos pecados que practicaban antes de conocer a Dios. Ellos saben que Jesús es la verdad y que la verdad los hace libres, pero prefieren sus mentiras. ¿Quieres la verdad? Ahí tienes la Biblia. El propósito de la fe es abandonar nuestra necedad por el conocimiento supremo, el de Dios.

Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidaste de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Oseas 4:6

Lo que yo quiero es misericordia, y no sacrificio; ¡conocimiento de Dios, más que holocaustos! Oseas 6:6

¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8

El siervo que, a pesar de conocer la voluntad de su señor, no se prepara para cumplirla, se hace acreedor de muchos azotes. Lucas 12:47

Me consta que ustedes tienen celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento. Romanos 10:2

No ceso de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. Efesios 1:16-17

Si con toda intención pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados sino una terrible expectativa del juicio y del fuego ardiente que devorará a los enemigos de Dios. Hebreos 10:26-27

Más bien, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea dada la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. 2 Pedro 2:38

Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no lo ha visto, ni lo ha conocido. 1 Juan 3:6

Dios produce fe en ti, no tú

Desecha las creencias supersticiosas, conoce a tu Dios y a su Cristo. Es el Señor quien hace todo en tu vida. Si pudieras por ti mismo creer, obedecer o conocerle, no hubiera tenido venir Jesús porque tú mismo te hubieras salvado. Él hace lo que tú nunca habrías podido hacer, y cuando lo haga, tú haz tu parte.

Pondré en ellos el deseo de conocerme, y de reconocer que yo soy el Señor. Y si en verdad se vuelven a mí de todo corazón, entonces ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Jeremías 24:7

Porque por gracia son salvos por medio de la fe; y esto no de ustedes pues es don de Dios. No es por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:8-10

Por él ustedes creen en Dios, que fue quien lo resucitó de los muertos y lo ha glorificado, para que ustedes tengan puesta su fe y su esperanza en Dios. 22 Y ahora, ya que se han purificado mediante su obediencia a la verdad, para amar sinceramente a sus hermanos, ámense los unos a los otros de todo corazón. 1 Pedro 1:21-22

Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona e iglesia a reconciliarse con Dios y con su prójimo. También es autor del éxito de librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.
Encuentra más sobre este tema en su libro de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil“. También lee el libro de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo” y de Restauración Personal “40 días en el desierto“.

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