Las relaciones fallan cuando sus integrantes dejan de amar.   El amor no duele, es una mentira. Si duele no es amor, pues no provoca dolor, decepción o frustración. La Biblia dice que Dios es amor, entonces no puede producir esos sentimientos destructivos. El problema es que los cristianos han obtenido del mundo, y no de Dios, el concepto del amor con el cual fundamentan sus relaciones. En parte es debido a que ignoran las Escrituras y en parte por no ser instruidos en cómo conectar el Evangelio que creen con sus vidas y sus relaciones.

Quien busca amar, ¿sufre?

Cuando leemos en 1 Corintios 13 que el amor todo lo sufre o que es sufrido no se refiere a que quien ama debe andar llorando todo el tiempo siendo víctima de las personas que ama. Se refiere a que el amor es sacrificial, porque el amor verdadero desaparece el dolor que produce el egoísmo. En otras palabras, quien ama sacrifica. Esto no es causa de tristeza. Al amar a alguien pones pausa a tus deseos para enfocarte en las necesidades de alguien más. Tampoco significa que ya no te ames, cuides o procures. Amar implica que dejes de pensar únicamente en ti para pensar también en otros. Por eso, el mandamiento dice que debemos amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Ni más ni menos. El amor es sufrido porque sostiene al otro, resiste las circunstancias y las ofensas del ser amado, perdona y se mantiene con paciencia. ¿Por qué? Porque Dios lo ha hecho con nosotros y porque la otra parte también lo hace con nosotros. El verbo sufrir tiene todos esos significados; puedes verificarlo aquí.

“Amar” hoy día es egoísta

A decir verdad, lo que la cultura posmoderna llama amor, en realidad no lo es. Por lo general, el amor para el mundo es un sentimiento y los sentimientos cambian. Por eso los padres y los hijos están alejándose, por eso las amistades son desechables y por eso cada vez menos se casan, y muchos de los que llegan a casarse no duran mucho juntos. La cultura actual te dice que el amor es…
  • Querer estar con la otra persona
  • Que te guste muchísimo
  • La otra persona te provoca muchas sensaciones adictivas
  • Atracción sexual
  • Sentir cosas bonitas por otra persona
En realidad, si el amor consistiera únicamente en estas ideas sería muy triste. Por eso, quien fundamenta sus relaciones en eso experimenta dolor que mata y que endurece el corazón. Básicamente, ese amor está centrado en la persona que dice amar, no en el ser amado. ¿Será eso amor? No, es egoísmo. Si tú amas por querer estar con alguien, cuando ya no quieras estar con la persona simplemente te alejas y asunto arreglado. Ya no la amas. Ese sentimiento y decisión depende totalmente de uno mismo. A eso se le llama egoísmo. Los otros ejemplos enunciados se aplican de la misma manera.

Amar sin sentir dolor

La mejor manera de amar y ser amado feliz y plenamente es obedecer el mandamiento: ama a tu prójimo como a ti mismo. Cuando amas a alguien porque te amas y con la intensidad con la que te amas sin importar que esa persona haya hecho algo bueno o malo por ti, entonces puedes amar libremente. Tu amor no depende del otro, simplemente la vas a amar pase lo que pase. No hay decepción ni frustración porque no esperas nada. Al quitar las expectativas de una relación te quitas del centro de ella. El dolor en las relaciones se debe a que al amar esperamos amor de regreso o reciprocidad. Eso no es amor, es un negocio. Por eso el dolor, porque no recibimos o que esperamos. Damos para recibir. El amor real da por sentado que el otro no lo merece y que tú tampoco mereces ser amado. Esta actitud provoca agradecimiento en ambas partes. Pero déjame ser claro. Esa falta de mérito no es porque no tengamos valor. Somos creados a imagen de Dios. ¡Eso es valor! Me refiero a que siempre hacemos cosas que nos restan méritos para ser amados debido a nuestra naturaleza egoísta. Por esta razón hay todo el tiempo familias destruidas, divorcios, amistades rotas… El amor decide seguir amando a pesar de la ofensa. Es sacrificio porque se renueva con el perdón. Da otra oportunidad. Tarde o temprano eres amado, pues los demás se percatan de tu amor incondicional. Te amas y haces para los demás lo que harías para ti.
Encuentra más sobre estos temas en su libro de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo“. También está disponible el libro de Restauración Personal “40 días en el desierto” y de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil“.
Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona a reconciliarse con Dios y con su prójimo. Es autor del éxito del librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.

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