Las enseñanzas de Jesús en Getsemaní
El maravilloso significado de las últimas horas del Maestro en el huerto. (más…)
El resentimiento divide a tres hermanos: Moisés, Aarón y Miriam.
Estudio bíblico acerca de las consecuencias destructivas que estaba teniendo el resentimiento en la relación entre Moisés y sus hermanos Aarón y Miriam (Números 12).
Por medio de Moisés, Dios guiaba al pueblo de Israel por el desierto rumbo a la Tierra Prometida después de salir de Egipto. El profeta tomó por esposa a una egipcia, pero esto sirvió de pretexto a sus hermanos Aarón y Miriam para criticar y murmurar en contra de Moisés. Se sintieron tan dignos como Moisés y sugirieron que debían tomar su lugar en guiar al pueblo a su destino. El Señor oyó sus murmuraciones. Llamó a cuentas a los ofensores y honró a Moisés. Luego de reprenderlos, Miriam quedó con lepra y pidió perdón a Moisés por su pecado, llamándole “mi señor”. Fue el mismo Moisés quien intercedió por ella ante el Señor para que la sanara, a lo cual respondió con misericordia.
Moisés no solo era el que Dios había escogido para llevar a cabo su obra de redimir a su pueblo de la esclavitud en Egipto, era el hermano menor de Aarón y de Miriam. En el fondo, estos últimos creían que ellos debían tener el liderazgo que su hermano menor tenía o quizá que podían hacerlo mejor. Miriam era profetisa. En el pasado había sido usada por Dios y las mujeres la seguían (Éxodo 15:20; 35:22-26). Aarón era Sumo Sacerdote. Este par de hermanos consideró como algo ofensivo o indigno que Moisés hubiera tomado por esposa a una egipcia, pero eso solo era el pretexto para enmascarar sus verdaderas intenciones. Ellos estaban compitiendo con su hermano menor y usaron ese argumento de pretexto para encubrir su envidia, celos y codicia. Ellos se creyeron con más méritos, pero sus pecaminosas motivaciones revelaron que estaban equivocados. Estos hechos no solo minaban la autoridad que Dios dio a Moisés, sino que vemos cómo el pecado destruye a la familia.
Dios muestra que el pecado separa a la familia. Si no se interviene las cosas empeorarán. Así que puso punto final muy pronto a ese problema. Dios es directo y pone al descubierto la conspiración para evitar que contamine a otros. El Señor no se contentó con exhibir a quienes actuaban de mala fe, sino que honró a quien le había honrado. Una vez más vemos a Dios no pagando conforme a la falta, exhibiendo misericordia para con el ofensor y Moisés imita el ejemplo de su Señor. Además, vemos que Dios interviene para evitar que el resentimiento entre hermanos que generan la envidia, los celos, la competencia, la soberbia destruyan la obra que Dios estaba haciendo en su pueblo. La verdad, el perdón y la misericordia ayuda a la familia a reconciliarse y a permanecer unida.