Dios en tu matrimonio hace toda la diferencia
Los cónyuges sufren en el matrimonio porque sacaron a Dios de él. (más…)
Hablemos de esta adicción que esclaviza a tantos en las iglesias.
En estos años sirviendo en Consejería Bíblica he conocido todo tipo de casos. Muchos hombres jóvenes cristianos están esclavizados a la pornografía en internet. Sus padres no lo saben. Sus hermanos no lo saben. Sus amigos cristianos no lo saben. Sus pastores no lo saben. Luchan solos.
Es su secreto mejor guardado. Cuando visito sus iglesias locales por invitación para dar conferencias o talleres y conocen mi trabajo, algunos de ellos me buscan después y me cuentan que tienen este problema. Es uno que trae mucha vergüenza a quienes son adictos a ella y cada vez son más. No quieren hablar sobre dejar el porno porque no quieren dejar el porno.
Resulta que entre los no cristianos muchos hombres hablan de su afición al porno. Es algo que muchos ya ven normal. En las iglesias es uno de esos temas de los que nunca se habla a pesar de ser muchos los que están encadenados a esto. Por esa razón inicié mi pequeña campaña. Jesús murió y resucitó para darnos libertad, vida y para reconciliarnos con el Padre, pero ellos están esclavizados, viven como muertos y están lejos de Dios. No podemos pretender que esto no está pasando en nuestras iglesias.
Podría darte todas las razones para abandonar el porno y aún así no lo dejarías. Las investigaciones de los últimos 15 años dicen que es una adicción. Necesitas a otros; a tu iglesia local. La consejería bíblica puede ayudarte, pero solo Dios tiene el poder para darte libertad de ella. Es necesario que pidas ayuda.
Jesucristo nos hizo libres del pecado por medio de la fe. Esto no es solo una canción que cantas los domingos. El principal problema del pecado y de la pornografía es que nos impiden adorar a Dios. Para ya no estar esclavizados a nuestros deseos, a los cuales servimos como si fueran nuestro dios o porque nos hemos hecho a nosotros mismos nuestro propio dios, debemos comenzar a adorar al único Dios verdadero.
Por tu fuerza de voluntad no puedes tener libertad del porno ni de otros pecados. ¡Debes humillarte! Reconoce que no eres Dios y que no puedes cambiarte. Desea profundamente adorar a Dios con toda tu mente, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Él producirá en ti una naturaleza espiritual para adorarle. Este es el primer paso.
Estás desperdiciando tu preciosa vida esclavizado y, mientras tanto, también apruebas la esclavitud sexual, al dinero, a la codicia y a otros pecados más a la que están sometidas las personas de esta perversa industria.
Tu vida te la dio Dios, lo que tienes te lo dio Dios. Los recursos que usas para seguir esclavizado al porno te los dio Dios y como administradores de lo que él nos confió daremos cuentas. El propósito de tu vida es glorificarle y que otros le glorifiquen al ver tu vida. Si no cumples tu propósito tu vida está desperdiciada, pero si lo cumples encontrarás gozo que te permitirá disfrutar la vida como nunca lo habías hecho antes.
Nuestra mayor satisfacción y plenitud está en Dios. Al vivir el gozo de adorarle como Dios nuestras prioridades son ordenadas y superamos los desagradables efectos del porno en nuestra mente, nuestras emociones y en nuestros cuerpos. La adicción al porno produce depresión y disfunción eréctil al intentar tener sexo real con una mujer real, por ejemplo.
El porno afirma en tu mente ideas distorsionadas sobre las mujeres, sobre las relaciones sexuales con tu esposa, sobre cómo relacionarte con las mujeres y sobre ti mismo. No podrás tener relaciones sanas al vivir para el porno.
La razón de existir de las mujeres no es ser un objeto sexual. Tu esposa no tiene como fin primordial satisfacerte sexualmente. Las mujeres no están esperando que te las ligues y tener relaciones sexuales contigo. Tú no eres solo tu sexualidad. Entonces, reaprende estos conceptos con lo que Dios ha dicho ya al respecto.