Por estas razones debemos hablar de la Libertad Religiosa
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Reflexiones sobre las transmisiones durante y después de la cuarentena.
Recuerdo ese primer domingo de transmisiones de predicaciones por internet. En mi cuenta de Facebook, 90% de las publicaciones en el feed de inicio eran transmisiones de predicaciones y cultos del lugar en donde vivo, pero también de otras iglesias en México y el extranjero.
Por unas horas, el espacio dominado regularmente por memes e información diversa, dio cuenta de que el domingo era día del Señor. Gracias a esto tuve una mirada de cómo nuestros hermanos se encontraban haciendo lo mismo que nosotros, orando, cantando, compartiendo la Palabra de Dios. Todos los domingos lo hacen, pero ahora muchos otros lo vimos.
La penúltima semana de marzo, el gobierno de México anunció el inicio de una jornada de “Sana Distancia”. Esto implicaba el cese de actividades laborales no esenciales, de eventos públicos, clases en centros educativos y reuniones de no más de 50 personas.
Ese domingo, 22 de marzo de 2020, fue el primer día que muchas iglesias se enfrentaron a la necesidad de continuar con sus reuniones de culto, pero a la distancia.
Sin mucha experiencia en medios, dispositivos o comunicación digital, se dieron a la tarea de hacer llegar a su congregación lo más cercano a un programa dominical.
Y aunque algunas iglesias ya realizaban transmisiones en línea con anterioridad, conservé registro de algunas iglesias y ministros que ahora también transmitían por Internet.
Aunque como cristianos nos reunimos semanalmente, es frecuente perder de vista que las decenas, centenas o miles que nos damos cita en un espacio físico no son los únicos que conforman la iglesia de Cristo.
Lo recordamos en ocasiones especiales, pero en estos días de pandemia, su existencia audiovisual nos ayuda a muchas otras cosas:
El ver las transmisiones por Internet de hermanos en la fe es una oportunidad para apreciar y agradecer al Señor por su servicio. Por la fidelidad en compartir su Palabra, animarse en la fe y buscar la comunión a pesar de estar lejos.
Para algunos pastores o maestros ha sido un reto hablar a un lente en vez de a una comunidad de amados; y ministros de otras áreas se esfuerzan por hacer llegar a la iglesia lo mejor de su servicio.
Hermanos que no usaban redes sociales ahora se han preocupado por tener contacto con su iglesia por este medio y participar en el gozo de ser parte del cuerpo.
Aunque cada creyente pertenece a una iglesia local con la cuál tiene su principal compromiso y deleite, ahora es más evidente la oportunidad de unirse virtualmente a otros estudios y también ser edificado por medio de otras congregaciones.
Finalmente, la palabra misma nos insta en la primera carta a los Tesalonicenses a escudriñadlo todo y retened lo bueno, así es que donde se enseñe claramente la Palabra de Dios siempre habrá algo que el Señor nos hable. Es buen tiempo para aprovechar disfrutando estos contenidos.
Los peligros del pecado están presentes sea en el espacio digital o físico, pues nuestro corazón humano, aunque regenerado, aun se expone a las tentaciones de este mundo y a los propios deseos de la carne.
Por esto es importante orar porque las iglesias, que hoy transmiten con el deseo de edificar a sus miembros, no se pierdan en el interés superficial de tener una transmisión perfecta en términos técnicos, atractiva según parámetros y contenidos del mundo y olviden que lo más importante es la enseñanza de la Verdad.
Además, es vital orar por todos los involucrados en las áreas de comunicación y video que también podrían sucumbir ante la tentación de enfocarse en los números de seguidores digitales antes de buscar en primer lugar el dar gloria a Dios y el edificar a su propia congregación.
Respecto de cualquiera que aparezca a cuadro, también podemos orar porque su corazón permanezca enfocado en su lugar ante Dios y el propósito de su servicio para que no caigan en el peligro de la popularidad y aparente fama que haga que las iglesias pongan sus ojos en los hombres antes que en el Señor.
El pastor Greg Gilbert del ministerio 9Marks escribió un artículo que tradujo el pastor Josué Barrios con algunos consejos para las iglesias que están transmitiendo sus cultos en línea. En él se apunta a no confundir este recurso digital con las reuniones presenciales.
Una transmisión en línea nunca podrá sustituir el llamado a congregarnos presencialmente. Ver un video por Internet no significa ser parte de una iglesia, la comunión implica mucho más.
Así, no podemos engañarnos pensando que las transmisiones son suficientes, necesitamos aprovechar muchos otros recursos a nuestro alcance para seguir siendo un cuerpo. Hablar por teléfono, interceder unos por otros, estar atento a las necesidades de nuestros hermanos, entre otras. Y en cuanto se pueda, regresar a los cultos presenciales.
Tampoco debemos caer en la tentación de creer que por lanzar un video online la labor de evangelismo y discipulado que se nos ha encomendado se ha cumplido.
Ciertamente la pandemia nos permitió alcanzar a través de un medio digital a un público distinto, pero esto no significa que esos internautas recibirán la fe salvadora, ni que se acaba nuestra responsabilidad de compartir de forma relacional.
Necesitamos aprovechar el tiempo en el que Dios nos permite vivir y agradecerle estas experiencias de cambio y tribulación que nos ayudan a valorar a nuestras congregaciones y buscar su sabiduría, a ser santificados y perseverar en la fe.
A recordar que la Iglesia de Cristo permanece por todo el mundo a pesar de cualquier circunstancia y siempre podremos mejorar nuestro enfoque respecto a su verdadero llamado.
Jessica García Pacheco es miembro de la Iglesia Cristiana Bautista Renovación en la Ciudad de México donde sirve actualmente con su esposo Abdías Martínez en el ministerio de comunión y adoración. Ha servido como líder dentro del ministerio juvenil de la Asociación Bautista de Jóvenes del Centro en los departamentos de Comunicación, Enseñanza y Difusión, y ha colaborado en diferentes proyectos en el ministerio juvenil dentro de la iglesia local. Estudió Ciencias de la Comunicación y actualmente se desarrolla en investigación en opinión pública.