Los jóvenes preguntan…

Esta es la segunda parte de una serie de publicaciones en las que damos respuesta a las preguntas que jóvenes cristianos nos han externado sobre la práctica de la consejería bíblica.

– ¿Cuánto tarda un proceso de consejería bíblica?

R. Como Restaura Ministerios muchas personas nos hacen consultas aisladas. Nosotros por lo general realizamos un proceso de Restauración Personal. El proceso como tal no tiene un tiempo definido, pero lo llevamos a cabo en dos fases. La primera consiste en conocer todas las áreas de la vida del aconsejado. Como el objetivo de evangelizar y discipular es que cualquiera reconozca, confiese y se arrepienta de su pecado, para que el creyente persevere en la fe en Cristo Jesús, obtenemos toda la información que nos permita exponerle sus pecados y ayudarle a perseverar. Para ello utilizamos diversos formatos y metodologías que compartimos en el libro La iglesia útil. Nuestro ministerio expone el evangelio al aconsejado sin importar si dice conocerlo o no, pues muchas veces dicen conocerlo y tener muchos años de ser cristianos, pero al profundizar en sus vidas nos percatamos de que no es así. La segunda fase es acompañarlos en el devocional “40 días en el desierto”, herramienta con la cual ayudamos al aconsejado a reflexionar en la voluntad de Dios para todo aquel que se arrepienta de su pecado. Como a partir de que termina el proceso de restauración personal apenas comenzará una vida de perseverancia y obediencia a Dios, Restaura Ministerios no da de alta a las personas, sino que las orienta a un proceso de discipulado en el que tomen responsabilidad de sus vidas y de su crecimiento espiritual hacia la madurez.

– ¿Qué hacer con los miembros que no siguen la visión de la iglesia y malinfluencian a los demás a no hacerlo?

R. Muchas iglesias crean sus propias visiones particulares sobre lo que deben ser y hacer, pero la Biblia es muy clara sobre la visión de su Iglesia, la cual consiste en hacer discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a hacer las cosas mandadas por Cristo. Nuestro ministerio de Restauración de iglesias nació de la preocupación porque las iglesias no cumplen con esta comisión dada por el Señor y predican otros evangelios diferentes al anunciado por los apóstoles. Habrá miembros en las iglesias que no deseen seguir la visión de la iglesia dada por Jesús y deben ser llamados a cuentas para unirse a ella por sus discipuladores, pastores, consejeros o ancianos buscando la restauración con toda paciencia, misericordia y mansedumbre, considerando que todos podríamos caer en tentación (Gálatas 6:1). No ha de procurarse que alguien se ajuste a la visión del pastor, los ancianos, un miembro de la iglesia o de la iglesia misma, sino que todos crean la verdad y cumplan así con la comisión dada por el Señor a su iglesia.

– ¿Cómo saber si tus talentos no van a ser tu ministerio?

R. Dios siempre usa nuestras habilidades y talentos natos para su servicio. Él nos los dio con un propósito. Sin embargo, como creyentes y humanos somos NOSOTROS quienes preferimos cierto talento, habilidad o preparación en particular, desarrollando el anhelo y deseos de servir a Dios utilizándolo. Dios ve nuestra vida de una manera totalmente distinta a como nosotros la vemos. No necesitamos convencerlo de cuáles son nuestras fortalezas ni cuál de ellas se supone debe aprovechar para su reino. Él no es un buscador de talento ni un reclutador de recursos humanos, es Dios y conoce mejor que nadie nuestras fortalezas y debilidades. La Biblia dice que el poder de Dios se perfecciona en nuestras debilidades, así que si bien usará los dones que te dio en lo humano y en lo espiritual, y si te capacitará y revelará lo que el intelecto por sí mismo no puede entender, usará tus debilidades para que el mundo vea que es Dios, y no tú, quien hace todo nuevo, para que él se lleve la gloria. Así que donde él abra puertas, ahí es donde hay que servir.

– ¿Cuál es el punto de inflexión en el que decides dejar el ministerio de la música por completo y dedicarte a la consejería?

R. (Esta pregunta estuvo dirigida a Efraín y él le da respuesta) Bueno, como se explica en la respuesta anterior, las decisiones del ministerio no pueden ni deben estar dirigidas por motivaciones personales, sino espirituales. En mi caso, Dios cerró la puerta del ministerio musical y abrió la del ministerio de consejería bíblica. Fue una decisión difícil porque quería seguir componiendo, cantando, grabando discos y haciendo presentaciones. Yo quería que ese fuera mi llamado, pero Dios tenía otra cosa en mente. Es una cuestión de discernimiento y obediencia, y claro, de negarse a uno mismo.

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