Navidad 13: Creer en Jesús es fácil, pero pocos quieren
De esto trata del decimotercer capítulo de Lucas. (más…)
Podemos ver al feminismo como una amenaza o como oportunidad.
Esta es la transcripción del Ep 4 T1 del podcast Consejos Divinos, pero quise compartirlo también en mi blog por la trascendencia de esta coyuntura política que bien podría ser también una coyuntura espiritual. Para saberlo hay que estar bien informados y reflexionar desde la fe, nuestra fe en Jesucristo.
Si no quieres leer, puedes escuchar el podcast dando clic aquí.
Me da muchísimo gusto saludarlos nuevamente. Pues ya me llovieron las felicitaciones y las críticas al Episodio anterior sobre la masculinidad. ¿Qué les puedo decir? Es lo que creo y es lo que vivo. Pero, ¿por qué no? ¿Por qué no decir lo que piensas, lo que crees y lo que vives? Tantos hablan de cosas sin sentido en la radio, en programas de TV y pues si tienes algo que decir que es verdadero e importante no nos podemos quedar callados. Pero debemos leer, investigar, discutir, comparar, analizar y con algo de dedicación nos formaremos un criterio, tendremos convicciones y podremos hablar de ellas y defenderlas, si fuere el caso.
Este es un podcast especial y por lo mismo es corto y voy a prescindir de lo que normalmente me has escuchado hacer en Consejos Divinos. Espero que mueva muchas cosas para bien. Puedes consultar la transcripción completa en http://restauraministerios.org/blog/ y ahí mismo puedes seguir la serie #SéHombre en la que desde hace poco más de un año estoy exponiendo sobre diversos aspectos de la masculinidad desde nuestras convicciones cristianas. Lean, compartan. Estoy seguro de que puede ser de mucha bendición para hombres y mujeres por igual.
Hoy quiero hablarte de los puntos de encuentro entre la iglesia y el feminismo pero también de sus diferencias. Mi propósito es que juntos sigamos la conversación sobre este y otros muchos temas que nos deberían interesar. Te pido que, incluso, llevemos la conversación a nuestras iglesias porque mal haríamos, con este tema y con muchos otros, pretendiendo que no pasa nada y que la iglesia de Jesús nada tiene que ver.
Solo me enfocaré en el tema: “Iglesia y Feminismo”: ¿cuáles son los puntos de encuentro y de desencuentro? Algunos podrían preguntar: ¿Hay puntos de encuentro? Vamos a ver. Algunos podrían preguntarse: si los hay, ¿cuál es la utilidad de pensar en ello? Pero también podríamos preguntarnos: si los hay, ¿cuál debería ser nuestra actitud? Y esta reflexión bien vale para otros muchos temas como la adopción, la ideología de género, la masculinidad y varios más, temas a los que deberíamos dedicarles tiempo incluso suspendiendo, si fuere necesario, lo que tenemos programado. Y no pasa nada si lo hacemos, porque si concluimos que nada de esto es importante a pesar de lo que pasa fuera de nuestras cuatro paredes, pues seguimos cumpliendo nuestros programas de actividades que no suspenderíamos ni siquiera si el mismísimo Señor Jesús estuviere cruzando el cielo frente a nuestros ojos.
Algunos han levantado muros gigantescos por la amenaza real que supone el feminismo ideológico y debemos estar informados de sus demandas y sus modos de interpretar la realidad lleno de falacias y mentiras. pero también hay realidades mezcladas. No podemos ignorar que están, por otro lado, las mujeres que denuncian los comportamientos abusivos, la violencia y la muerte de las que son objeto otras mujeres. No importa si son 5 o 1000, hay una preocupación, un reclamo de justicia con la que como cristianos podemos y debemos identificarnos. Grabo este podcast porque hay muchos cristianos bien intencionados que están muy a la defensiva en este tema y creo que necesitamos ver también los puntos en los que podemos identificarnos.
En 8 años dando consejería bíblica han sido numerosos los casos de hombres que han pervertido la autoridad recibida por Dios para manipular, chantajear, humillar, golpear, sobajar, ignorar, mentir, ser infieles. No tienes que ser feminista para reprobar esto ni siquiera requieres ser cristiano, pero cuanto más los cristianos que conocemos el carácter, las obras y las palabras de Jesucristo podemos darnos cuenta de que esto es pecaminoso e indigno de aquel a quien cínicamente esos hombres llaman Señor. Para nosotros nada tiene que ver con el feminismo pero debemos denunciar que hombres que se llaman cristianos no pueden comportarse de esa manera cuando se nos ha instruido a amar a nuestras esposas como Cristo amó a la iglesia porque las mujeres son coherederas, junto con nosotros, de las promesas. Lee Efesios 5 y 1 Pedro 3.
¿Por qué no aprovechar situaciones como esta y examinarnos? No solo en el tema de las mujeres. ¿Eres empresario y explotas a los trabajadores sin una retribución justa? ¿Eres empleado y sustraes recursos de la empresa que no te pertenecen? ¿Abusas de otros cobrando más de lo que deberías? ¿Eres papá y evades tus responsabilidades? ¿Robas, mientes, te emborrachas, dices palabras obscenas, usas tu sexualidad de manera deshonrosa, eres rebelde a tus padres o no tienes amor por otros sino solamente por ti y te llamas cristiano? Nada de eso honra a Dios, todo lo contrario. Lee con calma Gálatas 5, Colosenses 3, Efesios 4, Romanos 6.
Hablando de 1 de Pedro 4:17-18 dice que el tiempo del juicio ha llegado y que debe comenzar por la iglesia por amor a los que viven sin Dios. Debemos entender que en Cristo es posible una nueva humanidad en el que no caben los machismos, los feminismos, el racismo ni ningún tipo de “ismo”, ni siquiera el cristianismo porque todos los que hemos llegado a ser llamados hijos de Dios no lo conseguimos por nosotros mismos, sino mediante la fe en Cristo, y somos uno con él sin importar la raza, nuestro estatus social ni económico ni nuestro sexo. Lee Gálatas 3:26-29. Esto es verdadera justicia, cosa que el feminismo ideológico ni propone ni puede lograr. Esto lo digo para los cristianos feministas y de izquierda que creen que las ideologías humanas superan al evangelio de Jesucristo.
En el dolor y la justicia encontramos un territorio común con el que sufre porque el evangelio son buenas noticias al pobre, al que padece injusticias, al desesperanzado, al que es objeto de abuso, al esclavo del pecado y de sí mismo, a los buscadores de la verdad. Porque si anteponemos nuestros prejuicios de lo que está sucediendo a hacer aquello para lo que hemos sido llamados el mundo no podrá beneficiarse de que el reino de los cielos se haya acercado. ¿Condenaremos a los pobres en espíritu o seremos pobres en espíritu con ellos? ¿Nos distanciaremos de los que lloran o lloraremos con ellos? ¿Nos identificaremos o no nos identificaremos con los humildes? ¿No estaremos de parte de los que tienen hambre y sed de justicia como nosotros? ¿No seremos compasivos a pesar de haber sido tratados con compasión? ¿Qué comportamiento corresponde cuando se tiene un corazón limpio? ¿Cómo seremos pacificadores y rechazaremos sufrir por causa de la justicia?
Lo paradójico para la iglesia es que ante situaciones como esta, por querer defender lo que cree podría terminar negando su propósito. Pero Jesús cumple su misión mientras defiende lo que cree. ¡No hay dilema! Pero cuando lo hay resultará que defendemos nuestras opiniones sobre lo que creemos y no lo que Jesús enseñó que deberíamos creer y hacer. Por ejemplo, ¿cómo podremos ser sal y luz? ¿Tomando distancia de lo que ocurre en torno a las mujeres viendo lo que pasa a nuestro alrededor como una amenaza o entendiendo esto como una oportunidad para bendecir y ser iglesia?
No hablo de que aquellos que llamamos a Jesús Señor debamos incorporar la ideología feminista sino de examinarnos a nosotros mismos para ver más allá. Si las mujeres reclaman justicia, ¿por qué no detenernos a escuchar? Podríamos hablar o deberíamos hablar el mismo lenguaje. Donde queremos ver solo feminismo ideológico hay mujeres que sufren junto con sus familias. ¿Y sabes qué pasa? Que el feminismo ideológico se aprovecha de ello para impulsar su agenda.
Si no sabes de qué hablo con feminismo ideológico déjame decirte cuáles son algunas de sus grandes contradicciones (para más información te dejo unos videos al final). Este feminismo ideológico estima que es un punto de vista religioso sacralizar la vida, hablando de la de los bebés no nacidos, y al mismo tiempo este movimiento sacraliza la vida de la mujer y protesta, con justa razón, que los homicidios a mujeres vayan en incremento, que sean más y más violentos y que no haya justicia en esos casos. También predican como verdades absolutas, incuestionables, sus doctrinas políticas, sociológicas, sexuales, antropológicas (lo cual incluye lo biológico, cultural y social, por ejemplo), pero abrazan el relativismo para decir que la mujer es una construcción social porque nada determina lo que es o no es sino ella misma a partir de su autopercepción o que el sexo (ser hombre o mujer) no determina tu preferencia sexual ni tu identidad o que el ser humano que se desarrolla en el vientre en realidad no es una persona aún o que se trata de la interrupción de un embarazo, cuando en realidad es la terminación de una vida humana en desarrollo.
Termino con esto: ¿Qué pensarías si lo que consideras una amenaza para la iglesia pudiere ser o es aquello que la iglesia necesita para examinarse y comprobar si sus motivaciones son las correctas, si su religiosidad le impide cumplir su propósito, si está siendo una digna embajadora de parte de Dios, si sus miembros están o no honrando con sus vidas lo que dicen creer, honrando con sus matrimonios lo que dicen creer, honrando con sus familias lo que dicen creer, honrando con sus iglesias lo que dicen creer y honrando frente al mundo lo que dicen creer? Sí, para ser sal y luz y ser de bendición y utilidad a las personas necesitamos ser Iglesia y no conformarnos a las ideologías de este mundo. Insisto, es una oportunidad para que cada iglesia y cada miembro de ellas se examine y haga lo que tiene que hacer.
Espero que juntos sigamos la conversación sobre este y otros muchos temas, y que, incluso, llevemos la conversación a nuestras iglesias. No tenemos que ser simpatizantes del feminismo ideológico para hacer una pausa y decir “¿qué está pasando aquí? Pero sobre todo para mirar al interior de nuestras congregaciones y preguntarnos “¿qué está pasando aquí?” Creo que eso sería de mucha bendición para todos. Acercarnos a nuestros matrimonios, que son parte de nosotros, de nuestras comunidades, y ayudarles a ser lo que tienen que ser, y ayudar a los varones a ser lo que tienen que ser en Cristo.
Aquí puedes ver un video de alrededor de 40 minutos en el que las principales ideas del Feminismo ideológico son expuestas por una de sus impulsoras: Simone de Beauvoir. Y después te presento un video de lo que se llama Feminismo de la Libertad que de hecho se opone al Feminismo ideológico. Compara y date cuenta de que no hay un solo feminismo.
La Dra en Ciencias Sociales, Roxana Kreimer distingue inteligentemente y con perspicacia el feminismo o feminismos y lo separa del activismo de género que hace el feminismo hegemónico. Muy importante distinguir que no son la misma cosa, aunque se pretenda hacer creer lo contrario.
La filósofa Simone de Beauvoir habla de su libro “El Segundo Sexo”, en el cual desarrolla una teoría acerca de que ser mujer no es un hecho natural ni biológico. Nadie nace mujer para ser una, sino que la mujer ha sido lo que la civilización y su historia dice que es. Por lo tanto, será, lo que ella decida ser.
Explicación entre los feminismos y el feminismo hegemónico.