Identifica si lo que haces terminará en infidelidad
En 7 pasos te ayudamos a reconocer si estás a un paso de la infidelidad. (más…)
Usa estos consejos para vivir tu soltería con contentamiento y en adoración a Dios.
Escucha el Podcast con este tema en el episodio 30 de la segunda temporada de Consejos Divinos en tu plataforma favorita aquí: podcast o en Spotify aquí.
La falta de contentamiento es un cáncer que está destruyendo a los que viven en soltería, y ello es resultado de la inmadurez provocada por poner la mira en las cosas de la tierra y no en las de arriba. Pero vamos paso a paso para saber cómo dar ánimo, consuelo y consejo a nuestros amados en Cristo que están solteros.
Sabemos que es un tiempo de lucha contra el libertinaje sexual y los deseos que batallan contra la vida. Es necesario guardarse de estas cosas que corrompen la mente y el cuerpo. Aunque en Cristo tenemos la victoria sobre estas cosas, ceder generará angustia y dolor innecesariamente. Además, el soltero debe saber que el legalismo no es la vía para afrontar la vida. Las prohibiciones por sí mismas nunca transformaron a ninguno que se haya sometido a ellas.
Vivimos en una sociedad que promueve la codicia. Todo está diseñado para deseemos lo que no tenemos y así obtengamos todo lo que nuestros ojos desean. Cuando no lo tenemos o no podemos obtenerlo nos sentimos tristes, nos quejamos de nuestra situación y a veces hasta sentimos amargura o ansiedad. Prácticamente, la vida se nos va acariciando nuestros anhelos y vemos el presente como una etapa necesaria para llegar a ese idealizado futuro. Valoramos más lo que no tenemos que lo que tenemos. A esto se le llama falta de contentamiento.
La falta de contentamiento es que cuando estamos solos queremos estar con alguien, pero cuando estamos con alguien queremos estar solos. Ahora, está bien ilusionarse con tener un matrimonio algún día, orar por uno mismo y por la persona con quien compartiremos la vida, pero ¿cómo saber si ese anhelo nos roba el contentamiento? Si en tu pensamiento y en tu boca está la queja de tu situación y si comienzas a experimentar amargura porque sigues en soltería, ¡cuidado!
Eso pasa cuando vemos que otros a nuestro alrededor tienen lo que anhelamos y nosotros no. Igualmente aplica para las relaciones de noviazgo. De hecho, muchos jóvenes solteros comienzan relaciones porque sus amigos las tienen, incluso a pesar de que realmente no quieren. Eso deja heridas, decepciones y un peor estado que el anterior.
Como solteros, es bueno abrazar la realidad de la soltería. Además, es necesario vivirla con propósito porque es el tiempo en el que se debe procurar una cada vez más profunda espiritualidad en la comunión con el Padre e invertir tiempo en ejercitar nuestra identidad en Cristo. Así es como iremos creciendo en madurez, esto es, en sabiduría que beneficia no solo al que la tiene, sino a las personas que le rodean.
Esto ocurre porque el evangelio no es una creencia individualista que se limita a dar plenitud a quien la profesa; además, es la forma en la que Dios trae el reino de los cielos y lo acerca a las personas, pues Dios restaura matrimonios, familias y puede transformar el mundo.
Sin Dios, el soltero aprende a adorarse. Está centrado en sí mismo y en cómo satisfacer sus deseos, necesidades e instintos. Pero con Dios, aprende a adorar a Dios para dejar de adorar cualquier cosa, incluso a sí mismo. Al dejar de adorar lo que se desea, lo que se necesita y a los instintos el soltero halla contentamiento.
Lo anterior, no quiere decir que no tendrá ambiciones como querer estudiar y ser un estudiante sobresaliente o dedicarse a su trabajo y ser el mejor en lo que hace. La diferencia es que estas ambiciones son motivadas por su adoración a Dios, no por su egoísmo o por su vanidad o por su idolatría a esas cosas.
El soltero encuentra en su adoración a Dios su propósito de existir y de vivir. Significa que antes lo encontraba en lo que ama, en demostrar quién es al mundo, en encontrar pareja, a hacer dinero, en ser el mejor estudiante, profesionista, empleado, jefe, trabajador, o incluso en su identidad sexual. Todo eso dejó de ser un dios que esclavizaba a la persona y su identidad dejó de fundamentarse en todo aquello que no es verdadero, eterno, que no da gozo sino una sensación pasajera de alegría y satisfacción.
Esto me lleva a decir que ser soltero no es que no tienes pareja o que no te has unido a alguien en matrimonio. Para muchos eso suena a incompleto. ¡Mentira! Eres un ser completo cuando pasas de la idolatría a la adoración al Dios vivo y verdadero, de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida, de la ignorancia a conocer la verdad, de vivir para un propósito egoísta y pasajero a uno eterno que transforma a la persona y al mundo, de la desesperanza a la esperanza. Con Dios estás completo. No necesitas nada más.
La soltería es el estado natural de toda persona. Eres un ser humano desde que eres concebido y en tu desarrollo aprendes el propósito de existir, de saber quién es Dios y cuál es su voluntad, y a partir de ello aprendes quién eres y cuál es tu identidad en Cristo. Todo ello construye lo amas y lo que no, lo que piensas y los pensamientos que desechas, las emociones que alimentas y las que controlas (controlamos todas, pero unas en especial las mantenemos bajo control para que no nos controlen a nosotros), las palabras que dices y las que mejor callas, el comportamiento que tienes y del que te abstienes.
En la soltería debemos concentrarnos en que Dios forme nuestro carácter, modele nuestros valores, renueve nuestra mente y nos enseñe a adorarle con todo lo que somos. Por lo tanto, como soltero tienes mucho qué hacer antes de formar un hogar, si es lo que quieres. Aprovecha tu tiempo y aprende de Cristo cómo honrar a tus padres, amar a tu familia, servir a otros, a ser humilde y conocer al Padre para relacionarte con él. Aprende de Jesús que desde muy jovencito procuró las cosas de su Padre. Muchos creen que por ser quien es “se saltó” la parte difícil del aprendizaje.
El soltero debe aprender a vivir y en Jesús está la vida. Implica usar el tiempo, su energía y recursos para conocer a Dios, conocerse a sí mismo, aprender a relacionarse con sus padres de manera sana (conforme al evangelio de Cristo), obtener los conceptos correctos del amor, el matrimonio, la familia, la vida, la muerte y la comunidad.
No luches con tus fuerzas, no son suficientes. Debes recurrir al poder de Dios que transforma al necio en un sabio, a un muerto en un vivo y que logra lo que el débil, lo cual somos todos, nunca podrá hacer. Además, rodéate de personas (varones, si eres uno; mujeres, si eres una) que amen a Dios con todo su corazón, con toda su mente y con todas sus fuerzas para imitar su constancia, pero también su humildad cuando fallan y su confianza en Dios cuando se aferran a él y a su gracia para levantarse de nuevo. Imita su ejemplo. Cuando veas, habrá otros imitando el tuyo. Ámalos, sé paciente, humilde y levántalos cuando tropiecen.
Como enseñó Pablo, todo lo que somos y todo lo que hacemos es para el Señor. Dedica tu tiempo, energía y recursos en adorar a Dios y en ayudar a otros a hacerlo. Sé el mejor en lo que haces porque lo haces para el Señor y aprovecha cuando te pregunten para dar la honra y gloria a Dios y testificar por qué lo haces por él.
Ten contentamiento porque Dios te sustenta. Sé pleno porque Dios te da vida. Sé feliz porque sirves al Dios vivo y verdadero. Si haces esto, lo que hagas con tu vida será de bendición.
Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona e iglesia a reconciliarse con Dios y con su prójimo. También es autor del éxito de librería “La Iglesia Útil”, entre otros libros.
Encuentra más sobre este tema en su libro de Restauración Personal “40 días en el desierto“. También lee el libro de Restauración de Relaciones “Amar como a mí mismo” y de Restauración de Iglesias “La Iglesia Útil“. El ensayo “Las Iglesias del Covid-19“ habla sobre cómo reaccionaron las iglesias en la pandemia y cuáles son los retos que tienen por delante.
Exclentes temas que son de gran importancia para la vida de una misma como cristiano, para Glorificar a Dios y para edicar a los qie nos rodean