Hagamos la diferencia como MEXICANOS y cristianos
Lo que tenemos que hacer para celebrar cada día. (más…)
Muchos creen que adoran a Dios, pero ¿qué diría Jesús?
Jesús advirtió numerosas veces que hay quienes creen que adoran a Dios pero en el día final el Señor les dirá “apártense de mí, hacedores de maldad” o “no los conozco”. Lo importante no es lo que pensamos acerca de nuestra espiritualidad. Debemos examinarnos con la Palabra de Verdad, que es el parámetro confiable para saber dónde estamos realmente parados. Es necesario para no engañarnos a nosotros mismos.
El problema es cuando nos limitamos a cumplir rituales y tradiciones humanas, pero no vivimos una vida de adoración a Dios. En este artículo explicaré cómo dice Dios que debemos adorarle y así tengas una referencia para que te examines y pongas manos a la obra en aquello en lo que estás débil.
La gente confunde la adoración a Dios con las manifestaciones externas de la espiritualidad. Adorar a Dios con su mente es beneficioso para el que adora porque el adorador ha recibido entendimiento para conocer a su Dios y relacionarse con él de manera más profunda.
14 Porque, si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento no se beneficia en nada. 15 ¿Qué debo hacer entonces? Pues orar con el espíritu, pero también con el entendimiento; cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento. 16 De otra manera, si alabas a Dios con el espíritu, ¿cómo puede quien no es instruido decir «amén» a tu acción de gracias, puesto que no entiende lo que dices?
1 Corintios 14:14-16 NVI
Generalmente, muchos piensan que la adoración a Dios tiene que ver exclusivamente con nuestra relación con él. Esto es falso. La manera visible en la tierra en la que se expresa nuestra adoración a Dios son nuestras relaciones con el prójimo: nuestros padres, hijos, cónyuges, vecinos, colegas, cualquiera…
7 Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 9 Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. 11 Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.
1 Juan 4
Nuestras decisiones reflejan nuestros afectos. Si amamos a Dios nuestro comportamiento será como el de Dios. Llamarle Padre significa que nos comportamos como hijos suyos. Adorarle necesariamente impacta nuestras decisiones. Como dijera nuestro Señor Jesús, el que ha nacido de nuevo puede ver el reino de Dios y el que cree en él tendrá vida eterna, y el que ha creído practica la verdad y se acerca la luz, lo que significa que obra en obediencia a Dios y no teme que sus obras sean descubiertas (ver Juan 3).
5 Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. 6 Por estas cosas viene el castigo de Dios. 7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas. 8 Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. 9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, 10 y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su creador. 11 En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
12 Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, 13 de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. 14 Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
15 Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. 16 Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. 17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Colosenses 3
Adorar a Dios, servir a Cristo, se expresa en lo que algunos consideran los aspectos “mundanos” de la vida. Los que espiritualizan la adoración piensan que solo se puede adorar a Dios al orar, al leer la Biblia, al cantar a Dios, al servir a la iglesia. Han llamado a estas cosas “espirituales”, y lo son, pero adoramos a Dios también con nuestra integridad laboral, la cual demuestra la integridad de nuestro corazón al desear honrar a Dios en todos los aspectos de la vida. Para el adorador a Dios no existe lo secular y lo espiritual: para el santo su vida entera ha sido consagrada al Señor.
22 Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales, no solo cuando ellos los estén mirando, como si ustedes quisieran ganarse el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto al Señor. 23 Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, 24 conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. 25 El que hace el mal pagará por su propia maldad, y en esto no hay favoritismos.
Colosenses 3
Por supuesto, cantar a Dios es parte de nuestra adoración a él, aunque se insista equivocadamente en que la única manera de adorar a Dios es cantando. Nuestro canto es agradecido, alegre, humillado (reconociendo que él es el Señor), reverente (asumimos nuestra posición y la suya), que reconoce sus atributos conociendo cómo se ha relacionado con los suyos en todas las épocas. Alabar al Dios de la Historia da sentido a nuestra adoración en el presente y se lo dará en el futuro.
Salmo de acción de gracias. ¡Canten alegres al SEÑOR, habitantes de toda la tierra! 2 Sirvan al SEÑOR con alegría; vengan ante su presencia con regocijo. 3 Reconozcan que el SEÑOR es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos y ovejas de su prado. 4 Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. Denle gracias; bendigan su nombre 5 porque el SEÑOR es bueno. Para siempre es su misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.
Salmo 100
Las palabras expresan lo que hay en el corazón. La mente habla y se comunica. Las palabras adorarán a Dios o manifestarán la contaminación que hay en quien las pronuncia.
3 Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo el animal. 4 Fíjense también en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto. 5 Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! 6 También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.
7 El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; 8 pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. 9 Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. 10 De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11 ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? 12 Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.
Santiago 3
La adoración no es semanal, no es exclusivamente ritual, no ocurre solo cuando hago cosas que, según creo, son espirituales. No es religiosa. La fe del creyente se manifiesta en todas las áreas de su vida: la adoración en la alimentación, hábitos, aquello de lo que se abstiene, lo que su mente consume, su sueño, su trabajo, su descanso, cómo usa su tiempo libre, sus prioridades; en fin, cómo ejerce su libertad en Cristo.
7 Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! 9 Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. 10 Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.
Santiago 4
13 Por eso, dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. 15 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16 pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».
1 Pedro 1