La iglesia invisible (si no hacemos algo ya)
¿La sociedad puede ver en la iglesia que el reino de los cielos se ha acercado? (más…)
Mira lo que habló Jesús que encontramos en el capítulo 21 de Lucas.
esús también enseñó sobre el futuro y, si lo hizo, fue para que estemos preparados. El entendimiento de lo que vendrá moldea cómo afrontamos el presente. Si alguien piensa que esta vida es lo único que tendrá, será más proclive a satisfacer cualquier tipo de deseo que tenga sin importarle si es bueno, justo o los demás. Además, tal persona no tendrá esperanza ni certidumbre, porque no tendrá sentido obrar bien si no hay que dar cuentas.
La vida no es un sinsentido y lo material sería destruido, decía Jesús. Y de hecho, ni siquiera el templo, lo más preciado para los judíos, quedaría en pie. Lo dijo unos 70 años antes de que Jerusalén fuera quemada hasta sus cimientos. Para Jesús, su venida y ministerio marcan los acontecimientos finales de la Historia humana.
Una de las marcas de este tiempo es que muchos se llamarían a sí mismos “cristo” para engañar a la gente y pidió no creerles. Continuarían las guerras, los terremotos, las hambrunas, las epidemias y pandemias en el mundo, y perseguirían a sus seguidores, pero Jesús les dijo que serían oportunidades para hablar de él, incluso, a los gobernantes. Las familias traicionarían a los suyos que sean cristianos, lo cual ha ocurrido y sigue ocurriendo en todo el mundo, y creer en Jesús sería sinónimo de ser odiado.
Jesús prometió regresar, pero no naciendo de nuevo, sino viniendo entre las nubes del cielo. Habrá señales en el cielo, en el Sol y en la Luna, en las estrellas y en la naturaleza. La gente se angustiaría y confundiría mucho, pero sus seguidores mirarían estos acontecimientos con confianza, porque Jesús regresaría pronto y traería el reino de Dios en el que cesaría la muerte, la enfermedad, la injusticia y el sufrimiento. Por ello, instó a los suyos a permanecer en esta esperanza.