Cuatro actitudes ante el Coronavirus que debemos tener
¿Qué podemos hacer ante la expansión del nuevo coronavirus? (más…)
Si te es muy difícil honrar a tus padres, necesitas ser restaurado.
Puedes escuchar aquí el podcast (Episodio 11 de la Primera Temporada) de Consejos Divinos que grabamos sobre este tema.
Desde que comencé Restaura Ministerios me he puesto a meditar profundamente en cómo honro a mi madre y lo he puesto en práctica. Lo cierto es que no obstante el comportamiento de los padres, Dios manda honrarlos. Los padres no son perfectos; tampoco los hijos de padres malos. Por eso, no deja de llamar la atención que en el famoso texto de los 10 mandamientos el Señor no dice algo así como “si tuvieron la bendición de tener buenos padres, hónrenlos”. Esa honra tiene que ver no con el desempeño de los padres, sino con lo que es bueno y justo. ¿Qué es bueno y justo? Te lo diré más adelante.
Son muchos los hijos que han sufrido por padres y madres malos. Dios quiere darles sanidad de su culpa, dolor, resentimiento e incluso odio mediante un nuevo comienzo.
No importa qué digas, los hijos necios continuarán justificando su odio, sus venganzas y su resentimiento en contra de sus padres. Confío en que los hijos sabios que ponen por obra los mandamientos de Dios son pacificadores, los que lloran, los pobres en espíritu, los de corazón limpio, los compasivos y humildes de corazón, de quienes es el reino de los cielos.
Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.
Éxodo 20:12
Como todos los papás, los míos me exasperan o hacen algo que me hace enojar. Muchos han lastimado física, mental o emocionalmente. Han hecho sentirnos menos, inseguros, inútiles, malos, tontos, malagradecidos, en fin. Quizá cuando los vemos hasta nos sentimos mejores personas que ellos. Como sea, Dios enseña a honrarlos independientemente de todo y a pesar de ellos y de mí mismo. ¿Dios quiere que seamos masoquistas? No.
Es necesario entender esto porque el Señor lo ha ordenado. No lo hizo para torturar a los hijos de malos padres, ni siquiera a los que podrían tener motivos para quejarse de ellos, sino que se trata de lo que el Señor ha establecido como lo que es bueno. Asimismo, lo incluyó en la ley que dio al pueblo de Israel en la antigüedad. En nuestros corazones sabemos que es cierto. Quizá te preguntarás: –Y ¿si me abandonaron?, y ¿si me golpearon?, y ¿si no me dieron amor?–
Me hace recordar otras enseñanzas de Jesús. Los mandamientos sobre el prójimo se resumen en amarlo como a nosotros mismos. Eso significa que debo amar a mis padres, que también son mis prójimos, como a mí mismo. No significa que debas permitir humillaciones, maltratos y abusos, solo que hay que actuar en favor de ellos como actúas a tu favor. ¿Buscas tu bien? Busca el suyo. No se habla de convivir con ellos, sino de ver por ellos.
A ti, que tuviste malos padres, te digo: si se comportaron como tus enemigos tú debes amarlos como te amas a ti mismo porque reconoces que tú mismo fuiste enemigo de Dios y que aún así te amó para reconciliarte con él. Al dar lo mismo que has recibido, en esto muestras tu amor al Señor, tu fe en Cristo, que eres nueva persona en él y que crees que el Padre te perdona de todos tus pecados sin importar cuáles fueron. Eso es justo y al obrar así obras con justicia.
38 »Ustedes han oído que fue dicho: “Ojo por ojo, y diente por diente.” 39 Pero yo les digo: No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra; 40 al que quiera provocarte a pleito para quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale, y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 »Ustedes han oído que fue dicho: “Amarás a tu prójimo, y odiarás a tu enemigo.”44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen, 45 para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán?
Mateo 5
Es tremendo pensar que algunos deban aplicar este pasaje a sus padres, cierto. ¿Sigues preguntándote por qué hacerlo? Dios da bien tanto a justos como a malvados, y quienes decimos creer en él y en Cristo no podemos hacer menos que dar a otros, comenzando por nuestro padre y madre, lo que hemos recibido a pesar de no merecerlo: amor, perdón, gracia.
12 »Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas.
Mateo 6
Si al tratar a los demás como deseo ser tratado cumplo la ley de Dios, y si eso incluye honrar a papá y a mamá, orar por ellos, ayudarles y hacerles bien para ser dignos hijos de nuestro Padre celestial a pesar de ser indignos de ello, eso haré, es lo que es bueno y justo, según la verdad de Dios. Es lo justo no por lo que ellos te hicieron; es lo justo porque el Padre te pone el ejemplo de cómo debes tratarlos tratando contigo con misericordia y compasión. No te lo ganaste. No te ganaste ni una bendición que recibes. No merecías que Jesús muriera en tu lugar y aún así lo hizo. Jesús te dice: –vé y haz tú lo mismo–. De lo malo que te hicieron ellos deberán dar cuentas, pero tú darás cuentas de ti mismo.
Aquí un dato que nos ayuda a dimensionar la relación sagrada entre los padres y los hijos: la ley de Dios dada a Israel ordenaba la muerte de los hijos que maldecían a su padre o a su madre (Éxodo 21:15, 17; Levítico 20:9; Deuteronomio 27:16), ofensa juzgada por las autoridades (no por los padres). La relación es sagrada porque Dios hizo de la familia el lugar seguro y si tus padres la han corrompido no justifica que los deshonres. Cada uno debe cumplir con su responsabilidad y que los otros no lo hagan no los libera de ella.
Sabemos que es algo imposible de lograr humanamente. Si fuera posible, la mayoría lo haría. Amar y honrar a padres malos debe hacerse con los límites necesarios que ayuden a los hijos a evitar la amargura y el resentimiento. También, los hijos requieren los recursos que les ayuden a amarlos y honrarlos a pesar de haber sido maltratados, abusados o ignorados por ellos, en el caso de los que aún existe una relación, pues en muchos casos se ha roto por muy diversas circunstancias. Es el evangelio de Jesucristo el que da los recursos necesarios.
Lo primero es comprender que los hijos no provocaron esos malos tratos, pues estos fueron resultado de problemas profundos que los padres no lograron superar ni resolver. Saber que los padres y madres son responsables de sus acciones y que darán cuentas de ello, de acuerdo el evangelio de Jesús, libera de culpa a los hijos. No hiciste nada para merecerlo. No obstante, recuerda que si tienes oportunidad de amar y honrar a tus padres, aunque fueron malos, eso sí es tu responsabilidad y darás cuentas por ello.
Comprendamos, de una vez por todas, que Dios hace algo nuevo en nosotros y que, como resultado, nuestro amor y honra hacia ellos no depende de lo que hacen o no, sino de lo que Dios nos ha dado en Jesús. Más que nuestros malos padres necesiten que los honremos, somos nosotros los que necesitamos sanidad y la obtenemos al honrarlos, imitando a Dios (al tratar con ellos como Dios nos ha tratado cuando éramos sus enemigos). Esta verdad libera del resentimiento, el odio y evita que pequemos contra ellos. También hay que orar por ellos para que puedan ver a Dios y su amor, misericordia y gracia a través de nosotros.
Finalmente, recuerda: nadie puede hacerlo solo. Únete a una iglesia cristiana local donde se enseñe únicamente la Biblia y pide a discípulos de Jesús maduros en la fe que te acompañen y orienten en el camino.
Mi mamá siempre me provoca y se entronete en Mi vuda..suele ir a mi casa cuando yo no éstoy e invita a otra persona …le llamo la atención y se enoja…ahora actualmente no nos hablamos…se que es grave mi falta pero ella no entra en razón …jamás tuvimos buena relación ….Que hago?
Estimada Marcela, gracias por escribir y abrir tu corazón. El consejo bíblico nos dice que nuestra respuesta siempre debe ser AMAR al otro, aunque nos odie, aunque nos haga la vida imposible, aunque nuestras emociones y sentimientos nos digan lo contrario. Debemos decidir actuar en favor de las personas, principalmente si se trata de nuestros padres, porque además del mandamiento de amarlos como a nosotros mismos está el de honrarlos. Como leíste, el mandamiento no está condicionado a amar a los buenos padres y a los malos no. Si Dios te ha dado su amor aunque no lo merezcas, tú debes hacer lo mismo con quienes a tu juicio no lo merecen. Nadie lo merece. No se trata de tener la razón o no, se trata de hacer lo que es justo (si Dios te amó y perdonó sin merecerlo, lo justo es también nosotros hacerlo). Dios te bendiga. ¡Ánimo!
Hola Marcela, primero que todo pidele gracia al señor para hablar con tu madre, orale con todo el corazon y pidele que te los argumentos adecuados para hacerle entender a tu madre, que hay que respetar los espacios de nuestros semejantes aunque sean nuestros hijos, preparale unas onces ricas e invitala a compartir contigo y con todo el amor del mundo dile que tu la amas, la respetas y la honras pero que con todo el respeto y el amor del mundo tu le pides que por favor no lleve personas a tu casa cuando tu no estas o por lo menos sin informarte, dile que esa es tu privacidad y que tu tambien le respetas a ella su casa y tampoco haria algo semejante… pero como te digo primero ora a Dios, segundo pidele una palabra y tercero hablale con todo el amor y el respeto del mundo. Bendiciones
Señor Efraín, Estoy confundida, si! Entiendo lo q usted dice y es verdad, pero faltó lo más importante en su consejo, la oración, la señora Marcela debe orar para que Dios tome dominio y control de la situación con su madre y de su madre, debe de orar para que Dios la ayude a perdonar y a no tomarse como falta lo que haga su madre y pedir a Dios para que haga, que lo que ella siente por su madre sea amor. También noto que le ordenan amar y punto, no le enseñan cómo amar, es un ser humano, no un robot, las largas relaciones problemáticas no se curan de un día para otro, en especial si es maltratado actualmente. Señora Marcela, hable con su pastor o el consejero de su iglesia, busque ayuda y guía CRISTIANA, el señor Efraín tiene toda la razón, pero sin herramientas adecuadas (leer la Biblia, oración, consejeria cristiana) le será difícil recorrer este camino al amor y perdón. Busque la manera de sanar las viejas heridas y la manera de ponerle punto y final a las acciones de su madre que tanto la hieren, recuerde que el dolor es inevitable en esta vida pero aveces (aveces, no siempre) podemos elegir si sufrimos o no. Todo es muy confuso cuando la persona que siempre nos maltrata, es la que debería darnos apoyo y amor incondicional, muchas veces los hijos crecen inseguros o confundidos, las personas así aveces no se quieren lo suficiente a si mismos, por lo que amar a la “causa de su dolor” se vuelve un sentimiento de culpa, miedo, estrés, angustia y confusión. Señora usted debe amar a su madre en libertad, para eso debe de sanar esos rencores, perdonar y detener los gorpes, porque no se puede curar una flor de las ventiscas sin sacarla de la tormenta primero. Hable con su pastor y los miembros de la iglesia, pida dirección a Dios, lea la Biblia y encuentre una maneja sabía y justa a los ojos de Dios, para detener a su madre, perdonela y amela!
Gracias por su comentario Diana, aunque no veo el porqué de la confusión que manifiesta.
Por sus palabras noto que parece decepcionada, sin embargo esto no se trata de una sesión de consejería bíblica, es un blog en el que son intercambiados comentarios, por lo que el mío es uno más y de ninguna manera pretendo resumir en un comentario todo lo que podría aconsejarle.
Como bien apunta, la iglesia es la responsable de atender las necesidades de cada creyente y hace bien en sugerirle que busque en la oración el consuelo y dirección requerida. Seguramente agradecerá su comentario con respecto a su problema y además será de utilidad para otros.
Le comento que como ministerio sí damos Consejería Bíblica a quien lo solicita, pero en ese caso hablamos de un proceso de Restauración a mediano plazo que procura que el aconsejado continúe hombro a hombro con los creyentes de su congregación. Desgraciadamente, este no fue el caso. Dios le bendiga.
La felicito..Diana…muy buen consejo…realmente no es facil convivir con una madre q realmente no se esfuerza por mostrar amor..realmente uno quisiera ayudar o dar amor pero cuando una persona cierra su corazon es como darse golpes en un muro..nadie quiere sufrir..o sentir dolor..si se puede se evita…es un proseso el cual Dios tiene q enseñar el camino y la forma de demostrar amor a nuestros padres..en mi caso mis padres son divorciados y actualmente si yo los busco y los llamo se como estan ..realmente duele por q en el caso de mi madre hay amargura por la persona con quien vive le da mala vida..y la a vuelto amargada..yo quisiera convivir con ella y q fuera feliz..pero realmente no le agrada mi conpañia..cuando puede me critica con otras personas a mis espaldas…es duro..lucho por agradarla y amarla pero nunca es suficiente…Dios les bendiga..mi nombre es
Buenas. Yo tengo una hija adolescente a la que desde pequeña se crió con su papá. Siempre tuve contacto y comunicación con ella. Lamentablemente el falleció y por ley se vino a vivir conmigo desde hace dos años. El primer año fue como de transición porque yo tengo una familia y en el trascurso del segundo todo empeoró no ha hecho otra cosa mas que ensañarse conmigo. Como si su peor enemiga fuera yo y su rechazo hacia a mi es tan grande que hiere mi corazón haciéndome sentir que soy su peor desgracia. Siendo consiente que no soy perfecta creo que le he dado todo mi amor.
Gracias por compartir Moira. Quiero decirle que su hija no está enojada con usted. Ella se comporta así porque estar con usted significa que ya no estará más con su papá. Ella no piensa en el hogar de usted como su propio hogar, y ahí es donde radica el trabajo duro que, sin duda, no verá resultados de la noche a la mañana. Pienso que a su hija le ha faltado resignarse porque él era todo para ella. Como ve, todo esto tiene que ver más con ella y cómo asimila lo que ha pasado, que con usted. Lo mejor que puede hacer es no tomárselo personal, pues ella descarga en otros su frustración de ya no estar con su padre. Seguramente le ayudará a resignarse y superarlo el amor, la comprensión y el apoyo que reciba de su nueva familia, pero no la hagan sentirse rara, háganlo de forma natural e intencional. Dios le bendiga.
Tengo una madre tan buena y tan mala al mismo tiempo, tiene tendencias oportunistas, le cubro sus necesidades la cuido en lo q me es posible, me ha robado dinero muchas veces, regala lo q es mío, aprendí ciertas prácticas de hechicería de ella, es mentirosa y no le importa inculpar a otros por sus actos, es grosera y arribista, sólo piensa en ella, me exige más de lo que le doy y apenas hace unos días falseo mi alcancia y se cogió una parte de mis ahorros negando q fuera ella, la he visto robar y hacer muchas cosas , estoy en el camino cristiano pero su influencia me pesa mucho, se burla de que voy a la Iglesia diciendo q soy mala e hipócrita y me hace sentir culpable de q le pase algo. Se que debo honrarla, pero ella como ve q siempre cedo vuelve y abusa.
Gracias por escribir estimada Artemissa. Si usted merece el amor de Dios, entonces no ame a quien no lo merezca. Pero si usted no merece el amor y el perdón de Dios y aun así él le ama y perdona si usted se arrepiente, es por la infinita misericordia del Padre. Entonces, usted ame y perdone a todas las personas aunque no lo merezcan. Su madre se convertirá a Cristo por el amor que usted le tenga y por la honra que le dé, no porque sea la mejor madre del mundo, sino porque usted es una nueva criatura, según la naturaleza que Dios ha producido en usted, si es que usted cree en el Evangelio. Dios le bendiga.
Señor Efrain:
Yo me considero una excepción. Tengo la desgracia de un progenitor que es la personificación de la vileza humana. Hablo de excepción por cuanto ÉL MISMO, ha repudiado el matrimonio, la paternidad y consecuentemente la fe.
Varias veces, al confrontar su conducta con los mandamientos de Dios, y al señalarle que ese no es el comportamiento de un hombre con su esposa, y de un padre con su hijo, respondía despectivamente “¿hijo?” negando taxativamente el vínculo.
En esta instancia, al no reconocerse él como padre, yo me considero exento de considerarlo también como tal, máxime cuando no se comporta como tal.
Entonces, cuando uno tiene como progenitor una bestia, que es peor que los animales, porque no tiene amor filial ni por instinto, y cuando uno se da cuenta que tiene la vida destruida por un personaje de esta calaña, creo que Dios, que juzga mirando en lo profundo del corazón, y de quien espero me permita ver su Justicia, me libera de deberes que se deben a padres de verdad, que aunque tengan errores y defectos, aman a sus hijos.
Gracias por compartir lo que piensas y lo que has vivido. Pensar que nuestros padres han sido tan malos como para afirmar que no son dignos de ser honrados por sus hijos es como pensar que somos los suficientemente buenos como para salvarnos a nosotros mismos y que no necesitamos de Dios ni del sacrificio de Jesucristo. Me explico. La Biblia dice que Dios nos sentenció a la muerte eterna debido a nuestra maldad debido a que no hay un solo justo en la tierra porque todos pecamos. Esto significa que a los ojos de Dios tus padres no son peores que tú, sino que igualmente merecen la condenación. Esto ocurre porque nos consideramos lo suficientemente buenos o al compararnos con otros pensamos que somos más justos que ellos, pero para Dios esto no es más que una falsa idea en nuestras mentes. Es por el amor inmerecido de Dios hacia nosotros que él está dispuesto a perdonar los pecados de quien se arrepienta de ellos para no volver a practicarlos más porque el único Justo, Jesucristo, murió para pagar la sentencia que era para nosotros y por sus méritos ahora podemos acercarnos a Dios. De la misma manera, honramos a nuestros padres no porque lo merezcan, sino porque a pesar de que no lo merecemos Dios nos ha amado a nosotros. Entonces, con la misma gracia, compasión y misericordia amamos a quienes no lo merecen y los perdonamos, no por ser mejores que ellos, sino porque Dios ya lo ha hecho con nosotros. Lee la parábola de los dos deudores en Mateo 18:23-35. Dios te bendiga, ten ánimo Luis.
Buenas tardes. He leído varios sitios de internet respecto al tema y quisiera exponer mi caso aquí.
Antes que nada debo decir que entiendo y creo firmemente qué hay que honrar a los padres aunque sean abusivos. Mi pregunta es cómo hacerlo, qué significa honrarlos en el día a día. El perdón y el amor no es el problema, pues muchas veces hemos peronado y amado. Queremos honrarlo pero no sabemos cómo. ¿Donde está el problema?
-en el abuso de confianza
-en el robo de dinero.
-en el desfalco de los bienes de la empresa que tenemos en común afectando los sueldos de los empleados (somos socios)
-en el continuo chantaje emocional, no solo con los hijos sino con los nietos (todos los hijos somos adultos ya).
-en la crueldad para recriminar faltas ajenas y el cinismo para minimizar sus propias faltas.
-en la exigencia desmedida con un hijo mientras se favorece a otro.
-la lista podría seguir.
Me queda claro que la Biblia pide honrar a los padres y quiero hacerlo. Hay amor y hay perdón. Pero dígame por favor cómo hacerlo.
¿Honrar a los padres es seguir permitiendo los abusos? ¿Es decirle te amo pero lo mejor es disolver la empresa? ¿Es decirle te perdono una vez más y te daré una pensión para vivir pero me mudaré a otra ciudad? ¿Honrar es aguantar las cosas como están porque es lo que tocó? Papá es salvo por más de 15 años.
Agradezco su consejo práctico porque en verdad mi casa y yo queremos hacer la voluntad de Dios.
Gracias por escribir Minerva. La voluntad de Dios la encontramos en Mateo 6:12. Atendiendo a tus preguntas al final de tu comentario debo decir que la fe en Jesucristo no es masoquista, o ponernos de tapete para que el otro pase encima de nosotros las veces que guste. Eso es no entender el cristianismo. Cuando se piensa que los padres o nuestros enemigos son tan malos como para afirmar que no son dignos de ser honrados, en el caso de los padres, o amados cuando hablamos del prójimo, estamos diciendo que somos lo suficientemente buenos como para salvarnos a nosotros mismos y que no necesitamos de Dios ni del sacrificio de Jesucristo. En la Biblia leemos que Dios nos sentenció a la muerte eterna debido a nuestra maldad. A los ojos de Dios tus padres no son peores que tú, sino que igualmente merecen la condenación. Considerarnos buenos al compararnos con otros es una idea falsa en nuestras mentes porque para Dios no hay un solo justo. Es por el amor inmerecido de Dios hacia nosotros que él está dispuesto a perdonar los pecados de quien se arrepienta de ellos para no volver a practicarlos más, porque el único Justo, Jesucristo, murió para pagar la sentencia que era para nosotros y por sus méritos ahora podemos acercarnos a Dios. De la misma manera, honramos, amamos y perdonamos a nuestros padres y a cualquiera que sea nuestro prójimo no porque lo merezcan, sino porque a pesar de que no lo merecemos Dios nos ha amado a nosotros. Entonces, con la misma gracia, compasión y misericordia amamos a quienes no lo merecen y los perdonamos, no por ser mejores que ellos, sino porque Dios ya lo ha hecho con nosotros. Lee la parábola de los dos deudores en Mateo 18:23-35. Dios te bendiga, ten ánimo
Muchas gracias por su respuesta. Espero que el Señor me ilumine a cómo establecer límites saludables sin deshonrarlos.
Muchas gracias por tan excelente artículo y por contestar de forma personalizada cada inquietud. Agradezco también a Dios por su vida y por su vocación de servicio al favor de los demás y del Reino del cielo. Yo provengo de un hogar desecho desde mi niñez, mi madre una mujer virtuosa y extraordinaria, pero mi padre un hombre desinteresado y ausente que a puras penas cumplía con lo básico o con lo que entiende era su responsabilidad pero todo sin amor ni muestras de cariño. Yo me identifico en cierta forma con el hermano del hijo pródigo porque a pesar de que el es así yo siempre por la gracia del Señor puesta en mi he trabajado para el largos años de forma honesta sin ver más que un salario como para cualquier otro empleado y mis otros hermanos de otro matrimonio disfrutar a manos llenas sin hacer el menor esfuerzo. Su desinterés y falta de atención para con algunos de sus hijos ha traído consecuencias graves para la familia, porque el siempre reconoce y le da mérito a las cosas mal hechas. Nunca ha reconocido mi trabajo ni he recibido beneficio de aquello por lo que tanto he luchado. Dios es testigo de que yo hago un gran esfuerzo por amarlo, honrarlo y vencer ese mal haciendo el bien, pero con su actitudes me quita a cada momento las ganas. Es como el caso de los hermanos de José que al ver la atención y más amor a su hermano llenaron su corazón de una ira que tenía motivos. Mi padre no permite que sus hijos predilectos asuman sus responsabilidades y obligaciones porque el corre en su ayuda cuando mayormente son cosas malas que hacen o que no lo horran en ningún sentido. Dentro de lo que humanamente me es posible he luchado por ser una mujer con valores y me esfuerzo por salir adelante por mis propios medios con la ayuda de Dios, ya que mi madre falleció y no tengo a quien clamar. Me indigna que el buen comportamiento no sea premiado o reconocido. Nunca he creído que merezco más que nadie pero sé que Dios ha puesto en mi virtud para ser merecedora de grandes cosas. Me alivia saber que tengo un Padre en los cielos. Siempre me pregunto: cómo honrar un padre que no merece honra? Sé que no se trata de si lo merezca o no, pero que difícil se nos hace. También tengo la esperanza de que en aquel día todas mis lágrimas serán quitadas de mi rostro y que mi lamento se convertirá en baile y todo aquello que fue mi carencia en Dios será mi abundancia. Dios te bendiga grandemente y le digo a aquellos que se encuentran en igual situación: no estás solo, Dios está contigo y te hará justicia..! Simplemente has tu parte y verás Su favor.
Gracias por escribir. La verdadera justicia es amar porque hemos sido amados por Dios, perdonar porque hemos sido perdonados por Dios y hacer el bien porque Dios nos ha hecho bien. La falsa justicia es retener el bien a quien nos hace mal. Cuando obramos así olvidamos que él ha sido bueno con nosotros a pesar de que hemos sido malos y a pesar de haberle ofendido (y lo seguimos haciendo). Es nuestro orgullo el que Dios quiere destruir cuando sufrimos por causa de quienes nos hacen mal aun cuando les hacemos bienes, para recordar que el bien que hace en nuestro favor tampoco lo merecemos. Al sufrir injustamente podemos confiar plenamente en la justicia de Dios. Deseo que sigas creciendo en el Señor.
La verdad es que es un tema muy complicado que no se puede tomar a la ligera pues tampoco se trata de decirle al hijo que no tenga sentimientos, que no pasa nada porque la herida que los padres causan a los hijos es terrible; hay que vivirlo para poder entender la forma y el tamaño del dolor.
Pero sabemos que la Escritura dice que aunque padre y madre nos dejen, con todo el Señor no nos deja, ese es nuestro consuelo, que tenemos un Padre Eterno que nunca falla en amar, tenemos el consuelo excelso del Espíritu Santo, tenemos a Cristo que nos redimió de nuestra pasada manera de vivir. Si no fuera por eso, quién sabe cómo estaríamos. Si Cristo no hubiera llegado a nuestras vidas tal vez nos hubiéramos suicidado o entrado a patrones de conducta destructivos o criminales, quién sabe.
Por lo que leo en los comentarios, la mayoría hemos perdonado a nuestros padres, la mayoría en verdad queremos honrarlos y sinceramente deseamos una restaurauración familiar. Tampoco creemos que nosotros somos más buenos o justos que nuestros padres. Entendemos que ellos fallan en una cosa y nosotros fallamos en otra.
El punto aquí es qué hacer con ellos cuando una y otra vez vuelven a lastimarnos. Cuando abusan del perdón y si en algún momento ponemos algún límite -aunque sea saludable- se portan como las victimas.
He estudiado el tema en muchas otras fuentes y aunque todos dicen sencillamente Perdona -y es algo que ya hicimos-, en un sitio encontré una perspectiva que va un poco más lejos:
1. El pecado se corrige con misericordia y verdad (Pr 16:6) Con mucho amor, hay que hacer entender a los padres que están pecando y confrontarlos con la verdad, con los hechos y con la Escritura.
2. Al que sigue pecando después de varias amonestaciones, hay que hacerlo un lado (Tito 3:10). No se trata de repudiar a los padres sino de poner una sana distancia que nos permita hónralos sin seguir siendo partícipes de su pecado.
3. La Biblia no enseña que Honrar sea equivalente a seguir aguantando o a obedecer siegamente. Vemos un ejemplo en Jonatán, cuando deliberadamente desobedecía a su padre, el rey Saúl porque sus instrucciones eran necias y perjudiciales, en su ensañamiento con David (1S 20) y la vez que ordenó que el ejército no comiera nada (1 S 13 y 14). No fue grosero con él, no hizo golpe de estado, pero evidentemente no se sometió a su absurdo “liderazgo”.
En el Nuevo Testamento, Jesús puso el ejemplo. Los fariseos se suponía que eran la autoridad espiritual pero estaban haciendo un pésimo trabajo y Jesús dijo: hagan lo que ellos dicen, pero no lo que hacen (Mt 23:1-12). Jesús los puso en su lugar muchas veces, los llamó ciegos (Mt 23:26-28). Jesús no les quitó su cargo, incluso enviaba a los recién sanados al templo a que presentaran su ofrenda (Mt 8:1-4), pero no se sometió a su terrible autoridad como supuestos padres espirituales.
Espero que en verdad les ayude a todos, para ser restaurados y para saber qué hacer con nuestros amados pero difíciles padres.
Gracias Minerva.
Buenos días, hermano. Bueno, yo he crecido en un hogar con un padre que tomaba muy seguido y de mareado perdía el control y actuaba con violencia, que para mi de pequeña era muy chocante, cuando mi hermano mayor empezó a crecer ya empezó a confrontarle, y llegaban hasta las manos, para mi todo eso era muy fuerte, y me lastimaba, conocí al Señor, pero en mi vida cristiana siempre me fue difícil el perdonar a mi padre de sus actitudes, sus borracheras. Y bueno, hoy en día lucho también con ello, el viene mareado, ya no es violento como antes, pero es algo vulgar, y verlo así, y tan irresponsable, me hace llenar de cosas de el; a veces pienso que aún no le perdono del todo todo lo que he vivido desde pequeña en casa, pero verlo aún mareado es como seguir viendo al mismo hombre de toda la vida, que no le importa su familia, sus hijos, y me es muy difícil honrarlo, amarlo, no puedo 🙁
yo tengo mucho resentimientos a mis padres, me duele la indiferencia de mi padre y la dejadez de mi madre, ya e cometido muchos errores pero la ira me gana e insultado mucho a mi madre e intentando pegarle después le pido disculpas por la culpa que me mata porque se que no esta bien pero sus actitudes me dan mucha rabia y la verdad me siento terrible ya no rezo como antes porque ciento vergüenza con Dios prefiero estar lejos de ellos porque siento que le hago daño mas a mi madre .
Que hermoso tema, honrar a los padres, saben , crecí a los golpes, azotes con látigo de cuero, no se me permitía jugar fútbol, un padre que maltrataba a toda la flia, que vivía en los bares bebiendo, asta que un bendecido día le hablaron de Cristo, ahí comenzó una nueva vida, pero esa transformación le yevo como seis años, para esto yo crecí con 13 años , muchos resentimiento y odio que no me izo para nada bien, vivía peleando, buscando pleitos con la gente y más con otros pibes, asta que mi vida paso al ensierro, tras esas rejas y esos muros y con 30 años, Dios me dió la oportunidad de arrepentirme, y reconocer que sin Dios no somos nada, dentro de ese arrepentimiento, reconocí que mis padres también habían sidos educados bajo la ignorancia, y eso me llevo a lograr perdonar a mi padre, formamos una muy buena amistad padre e hijo aprendí a amarlo, y creí a la palabra de Dios, de horarios en vida, hoy an pasado muchos años, yo piso los 60, y mi padre ya partió al descanzo, me queda mi mami, y Dios nos dió la oportunidad de que la honremos a sus 80 años, que hermosa bendición, y se que de esa manera Dios nos va a iluminar en el resto de nuestra vida. La palabra de Dios es fiel y verdadera, y si queremos una vida bendecida, no nos olvidemos de nuestros padres, honremoslo en vida.