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En este estudio bíblico conoce qué significa tener fe.
Mira el video completo aquí o a continuación lee el estudio.
Bienvenidos caminantes en búsqueda de la verdad, mi nombre es Cati Gómez y hoy vamos a estudiar juntos un concepto fundamental, descubriremos usando sólo la Biblia y definiendo palabras desde su raíz en hebreo lo que significa la palabra Fe.
Desafortunadamente la palabra fe, es una de las palabras más desgastadas en nuestra cultura, y en la Biblia es usada de tantas maneras y traducida de formas tan diversas que el significado se vuelve muy subjetivo. Pero es posible definir una palabra bíblicamente y darle al clavo en determinar cómo el Creador originalmente la entregó si investigamos en el idioma que él eligió usar en la Biblia.
Nuestro idioma, como la mayoría de los idiomas de origen greco-romano, junto con la filosofía griega que tenemos implantada, describe las cosas por su apariencia, si yo te enseño un lápiz y te pido que me lo describas, puedo apostar que vas a decirme esto, es amarilla, tiene una goma, sostenida por una parte de metal y una mina negra, y esa es una perfecta descripción griega, pero si le preguntáramos a un hebreo del tiempo del profeta Isaías que nos describiera el mismo objeto, él nos diría, “es lo que uso para escribir”.
El pensamiento griego es abstracto, define las cosas por su apariencia, el pensamiento hebreo es concreto, describe las cosas por su función, entonces, con esto en mente vamos a buscar la definición concreta de la palabra Fe.
La palabra en hebreo para fe es “Emunáh” (Strong 530) y es traducida como fe, fidelidad, firmeza, o confianza. La primera vez que es usada es en Éxodo 17:12
“Y como los brazos de Moisés se entumecieran, tomaron una piedra, se la pusieron debajo, y se sentó sobre ella. Y Aarón y Hur le sostenían los brazos, uno por un lado y el otro por otro. Así tuvo firmeza [Emunáh] en sus brazos hasta que se puso el sol”.
La raíz de la palabra fe o Emunáh, en hebreo es la palabra Aman (אָמַן), que se puede traducir también como, fidelidad, observa cómo fue traducida esta palabra dos versiones de la Biblia:
(LBLA) Dt. 32:20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles (emun אֵמֻ֥ן). (LBLA)
Así lo tradujo la versión La Biblia de las Américas, pero mira cómo lo tradujo la Reina Valera 1909:
Dt 32:20 Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su postrimería: Que son generación de perversidades, Hijos sin fe.
En Oseas 2:20 observa como dos traducciones abordan el mismo pasaje:
Oseas 2:20 te desposaré conmigo en fidelidad (VeEmunah בֶּאֱמוּנָ֑ה), y tú conocerás al SEÑOR. (LBLA)
El mismo pasaje en la versión RV1909
Oseas 2:20 Y te desposaré conmigo en fe, y conocerás a Jehová. (RV1909)
Entonces Fe y fidelidad es lo mismo en la Escritura, sólo si cada vez que llegas a la palabra fe y la intercambias por la palabra fidelidad, delante de tus ojos la Escritura tendrá todo un nuevo sentido.
Ahora analicemos esta verdad, la peor traición que un esposo le puede hacer a su cónyuge es el adulterio, que se considera infidelidad, si nuestra relación con Dios es la de una novia que lo espera, la peor traición que podemos hacerle a Dios es serle infieles, que es lo mismo a no tener fe, ¿puedes entender ahora que espera Dios de ti?
Una y otra vez vamos a leer en la Escritura, que Dios se queja contra su pueblo por su adulterio espiritual:
Oseas 1:1-3 “Palabra del SEÑOR que vino a Oseas, hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz {y} Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel. Cuando por primera vez el SEÑOR habló por medio de Oseas, el SEÑOR le dijo: Anda, toma para ti a una mujer ramera y {engendra} hijos de prostitución; porque la tierra se prostituye gravemente, abandonando al SEÑOR. Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblaim; y ella concibió y le dio a luz un hijo.”
Santiago 4:4 “¿{Oh almas} adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
En Apocalipsis a la novia falsa se le llama la GRAN RAMERA
No basta que le digas que le amas, si tienes fe, si eres fiel, lo demuestras, porque eso es lo que significa amor para Dios:
Deut 30:16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, 18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
El adulterio en la Escritura merece pena capital, por esa razón, el que no es fiel a Dios, merece la muerte. (La paga del pecado es la muerte Rom 6:23)
Si fe es lo mismo que fidelidad, entonces no hay forma de equivocarnos cuando leemos:
Romanos 1: 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.
Como ejercicio sustituyamos la palabra fe por fidelidad:
Romanos 1: 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por “fidelidad” y para “fidelidad”; como está escrito: MAS EL JUSTO POR “SU FIDELIDAD” VIVIRÁ”.
Este será tu reto de ahora en adelante, Serle fiel al Creador, muéstrale con tu vida que lo amas con todo lo que piensas, con todas tus emociones y todas tus acciones, no quebrantes el pacto matrimonial con infidelidad y recibirás al final la recompensa de manos del Rey:
Mateo 25:21 Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”.
Vayamos un poco más profundo con el concepto de fe, una palabra hermana de fe en hebreo es la palabra para artesano que es “Emun” y también está lingüísticamente enraizada en la palabra “Emunáh”, la palabra para fe que estamos estudiando. Un artesano, es tan seguro y firme en su conocimiento o habilidad, que demuestra su capacidad y conocimiento en lo que hace. Quizás ahora puedes entender cómo encaja con la definición bíblica de fe.
En la teología moderna, la fe está apegada al concepto de esperanza o conocimiento, o una esperanza basada en conocimiento, un asentamiento mental solamente, muchos definen fe como una creencia ciega, que es lo más lejos que se puede estar de lo significa la verdadera fe, pensar que fe es sólo una creencia coloca a este término en meramente un ejercicio mental, y no se ajusta a ningún cambio de comportamiento.
Santiago lo explica así:
Stg 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
Stg 2:15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
Stg 2:16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
La fe que no cambia tu vida no salva tu alma. La fe que no es evidente no es una fe genuina. La fe tiene que ser práctica. La fe tiene que ser notoria. La verdadera definición bíblica de fe, es demostrada por aquel que está seguro y firme en lo que entiende y cree, en la verdad y en la práctica.
Salmo 33:4 Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su obra es hecha con fidelidad (emunáh).
La fe, está asociada con la Palabra de Dios
Jeremías 7:28 “Les dirás, por tanto: Esta es la nación que no escuchó la voz de Jehová su Dios, ni admitió corrección; pereció la verdad (emunáh), y de la boca de ellos fue cortada.”
La Palabra de Dios es la Verdad, por eso si decimos que creemos la Palabra de Dios, tenemos que obedecerla, tenemos que ser files haciendo las obras de la verdad:
Santiago sigue diciendo:
Stg 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Stg 2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
En otras palabras: Yo te voy a demostrar que creo por mi manera de vivir.
Así de sencillo, no serán mis palabras sino mi estilo de vida el que hablará por mí.
Stg 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
¿Crees que el Dios de Israel es el Dios verdadero y el Dios de la biblia y crees que la biblia es la Palabra de Dios? Qué bueno que crees pero eso no es suficiente. Santiago está mostrándonos la diferencia entre la fe griega, y el entendimiento hebreo de fe (emunáh)
Si tú dices que tienes fe, pero no tienes obras, entonces tu fe se parece a la de los demonios, porque los demonios creen y tiemblan pero no obedecen, decidieron ser adversarios y mentirosos.
La verdadera fe se evidencia por las obras. Santiago no está enseñando que las obras salvan, sino que la fe produce frutos, de otra manera no existe tal fe. Quienes tienen fe van a vivir una vida que muestra su relación con Dios.
¿Será que Dios no nos conoce y necesita pruebas? De ninguna manera él lo sabe todo, las pruebas son para probarnos (o demostrarnos) a nosotros mismos. ¿Y qué necesitamos demostrarnos a nosotros mismos? Que realmente somos fieles a la palabra de Dios. Como dice la escritura: “Examínate a ti mismo para ver si andas en la fe”. (2Co 13:5) Observa si eres fiel.
Vamos a cerrar, así que quiero preguntarte: ¿Cómo le explicas a un niño de seis años qué es la fe? La mejor manera es contándole esta historia:
En Génesis 15, Abram recibe una promesa de Dios, que siendo anciano, y su mujer estéril, tendrán un hijo y por medio de este hijo nacerá una gran nación que bendecirá al resto de las naciones de la tierra, y su respuesta espiritual fue esta:
Gn 15:6 “Y creyó (aman) a Jehová, y le fue contado por justicia”.
Los antiguos vivían en campamentos, la tienda era una parte muy importante de la vida de los nómadas. Entendiendo esta ilustración podemos enseñar aún a los niños lo que este concepto significa. Al colocar una tienda, el factor más importante a considerar es por supuesto el terreno. Si se colocaba la tienda en un terreno blando, cualquier tensión en la cuerda tiraría de la estaca hacia afuera. Es necesario poner la tienda en un terreno muy firme para sostener la estaca. La tierra ideal requeriría un martillo para golpear la estaca adentro. En una superficie así, una estaca enterrada mantendrá su posición incluso con un viento fuerte. Veamos ahora un pasaje de la Escritura que usa este “concepto”.
Isaías 22:23 “Y lo hincaré como clavo en lugar firme (aman); y será por asiento de honra a la casa de su padre.”
Aquí tenemos un clavo, siendo colocado en un lugar firme, y la palabra en hebreo para firme es “aman”.
La imagen que resulta de entender esta ilustración, es que Abram se mantuvo firme en su devoción a Dios. Así como una estaca enterrada en tierra firme y que sostiene una tienda, incluso en una tormenta, Abram estará del lado de Dios, incluso en las tormentas de su propia vida. La pregunta que debemos hacernos ahora es, ¿cómo Abram se mantuvo firme? El versículo justo nos da claridad:
Génesis 15:5-6 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Usualmente leemos esto e interpretamos que Abram creyó la promesa de Dios en el versículo 5. El problema con esto es que el verbo hebreo aman significa más que saber que algo es verdad. ¿Por qué le Dios dio esta promesa a Abram?
Cuando Dios afirma su promesa a Isaac le dice esto:
Génesis 26;4-5 “Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.”
Dios hizo esta promesa a Abram porque él se mantenía firme y vivía en obediencia.. El hebreo en Génesis 15:6 no dice que Abram hizo un asentamiento mental con respecto a la promesa de Dios, dice que estaba “firme” en Dios. En Génesis 26:5 vemos que él vivía firme en su obediencia a Dios, su firmeza, su confianza en Dios lo mantenía viviendo de acuerdo al corazón de Dios.
Ahora este pasaje del Nuevo Testamento será más fácil de entender:
Santiago 2:14-16 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Santiago 2:20-24 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Ahora ve puedes explicarle a un niño que creer, es estar firme, como una tienda levantada sobre suelo firme, viviendo en perfecta armonía con lo que Dios ha declarado de sí mismo, de su carácter y de su corazón en su Palabra. Por otro lado no digas que crees en Dios, si no lo obedeces, si lo conoces y tienes una relación con Él, si le amas, obedeces sus mandamientos, así de simple:
Juan 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos;
Por último, analicemos un pasaje en la carta de los Hebreos que contiene el resumen de lo que acabamos de estudiar:
11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Hagamos nuestro ejercicio, “es pues la fidelidad, la certeza de lo que se espera, la convicción o la sustancia de lo que no se ve”,
Abraham esperaba en Dios, y decidió serle fiel, y su fe se notaba por sus obras:
8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa;
10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Abraham era fiel y cuando Dios le pidió que dejara todo, su tierra, posesiones familia y comodidad, no dudó, tomó a su anciana esposa y se fue a una tierra que no conocía.
Quien es fiel a Dios, es obediente, y si lees el pasaje completo de Hebreos 11 vas a observar ese patrón, Noé le creyó a Dios e hizo el barco enorme que le pidió construyera, Enoc agradó a Dios, Abel ofreció el sacrificio correcto, este es el testimonio que tenían los antiguos
Cada vez que oras y dices “Amén”, estás usando este verbo, estás declarando con tu boca, lo creo, estoy firme, soy fiel, usa este verbo con entendimiento.
En conclusión: La salvación es exclusivamente por gracia como ya estudiamos en este video que te recomiendo, (arriba ala izquierda) (es un regalo de Dios en el sacrificio de Yeshúa) y se toma por fe, pero para demostrar que esa fe es genuina y verdadera y que es de Dios, tiene que mostrarse por medio de las obras.
Santiago 1: 22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
La salvación no es el fin sino el principio. Ahí empieza tu caminar con Dios, Así como el recorrido en el Tabernáculo comienza en la puerta, y hay que recorrerlo todo hasta el lugar santísimo, la salvación es el momento justo cuando naciste de nuevo. Pero necesitas preguntarte ¿de qué fui salvado? La respuesta es: “de mi vana manera de vivir. ¿Para qué me salvó? Para buenas obras las cuales preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Ya me salvó, ya me sacó de la calle, ya me adoptó. ¡Ahora me va a educar!
La fe (la fidelidad a Dios) brota de una sola fuente dice Pablo; “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Busca el episodio donde explicamos lo que significa escuchar a Dios, observa cómo estos conceptos están conectados todos y demuestran lo coherente de la Escritura.
La fe solamente viene y se desarrolla por el oír la palabra de Dios. A la medida que uno escucha con su corazón la Palabra de Dios, tendrá la capacidad para tener fe, para ser fiel y el espíritu nos guiará a toda verdad, “Su Palabra es Verdad.”
La fe por la cual vale la pena morir… es una fe que obra.
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe…. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Santiago 2.14–26).
La fe por la cual vale la pena morir… es una fe por la cual vale la pena vivir.
“Si la conversión al cristianismo no mejora las acciones exteriores de un hombre, si continúa siendo egoísta, despreciativo, envidioso y ambicioso, bien podemos sospechar que su ‘conversión’ fue en gran medida imaginaria”
C.S. Lewis, Mero Cristianismo
Tu fe será verdadera, cuando te decidas a obedecer a Dios. No escuches a tu corazón, escucha la Palabra de Dios, y la verdad te hará libre.
Recuerda no dejes que nadie te diga lo que dice la Biblia, léela por ti mismo, Que Dios te bendiga.
Catalina Gomez Fonseca fue esposa del pastor Hiram Ramírez, quien el 2 de enero de 2019 descansa esperando el día glorioso de la resurrección. Tuvieron 3 hijos que educaron en casa. Viven en Puebla, México. Desde hace 21 años ha servido en la Iglesia Bíblica El Camino. Es diseñadora gráfica de profesión, lingüista por hobby, maestra por vocación, apasionada estudiante de la Escritura y los idiomas bíblicos, canta desde los 9 años y está convencida de que la Biblia contiene respuesta a todas las preguntas de la vida. Es coautora del Blog Hijos de Abraham, un espacio de provocativa reflexión bíblica.