Cómo hacer lo que agrada a Dios sin volvernos legalistas.

Como cada año, los cristianos inundamos las redes sociales y nuestros círculos sociales de publicaciones sobre el día de muertos y el halloween. Quizá con buena intención se llama a la gente a no participar en celebraciones oscuras que invocan a la muerte, a los muertos y a criaturas que dejamos de ver como demoniacas cuando les pusimos a los niños un disfraz (diablos, brujas, monstruos). Sin embargo, por condenar desperdiciamos la oportunidad de tener conversaciones significativas que nos permitan hablar de la luz, de Dios, de la vida en Cristo. Nos ocurre porque olvidamos de amar al prójimo y preferimos amar más nuestra religiosidad.

Juzgamos a otros, pero no nuestro disfraz

Como es usual, muchos condenan a quienes participan de estas cosas. Yo me pregunto: ¿es peor participar en ignorancia en festividades que glorifican la muerte y cosas oscuras o que quienes conocemos al Dios verdadero nos disfracemos todo el año de cristianos al negarnos a someternos al Señorío de Cristo por seguir en nuestras necedades? 

Lo que digo aquí no es que dejemos a otros en el error, aunque para ellos sea una cosa de niños. Lo que digo es que no podemos tener a Jesús en la boca mientras practicamos pecados y hacer que otros blasfemen el precioso nombre del Señor por nuestra causa (Romanos 2:23-24), es decir, por no ser íntegros. Ese disfraz, el de cristiano, es el que ofende más a Dios.

Quienes no lo conocen ya están condenados pero, quienes habiendo creído en la gracia la menosprecian con sus acciones, Dios les juzgará (Hebreos 10:26-31).

¿Disfraz o no disfraz?

Y lo que seguramente estás esperando… ¿los cristianos deben o no deben participar de estas cosas? Sabemos que Dios es un Dios de vivos y no de muertos, que Jesús los resucitaba en vez de celebrarlos, etcétera, pero ¿qué dice la Biblia sobre ser parte de cosas con un trasfondo pagano? Veamos 1 Corintios 10:20-33.

Verdad: Cuando el apóstol Pablo amonesta a los corintios en cuanto a la idolatría, les dice que cuando se come de lo sacrificado a los ídolos lo importante no es el ídolo porque no vale nada, ni la comida ofrecida al ídolo, que tampoco significa algo. Les escribió: “lo que quiero decir es que los animales que ofrecen los no judíos, se ofrecen a los demonios, y no a Dios; y yo no quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios” (v. 20). No pueden invocar a Dios y a los demonios, eso es provocar a celos a Dios (v. 21-22).

Aplicación: El texto habla de los ídolos y de lo sacrificado a ellos, y de esa situación también obtenemos principios útiles para aplicar en temas como el de esta publicación. Las ofrendas que se ponen para los muertos nada son, pero sabemos que la celebración tiene creencias con antecedentes oscuros y demoniacos (porque los demonios estaban detrás de estas creencias acerca de la muerte y los muertos) con los que no deberíamos tener que ver. No es solo poner unas fotos en un lugar, unas frutas y ciertos platos de comida a un lado para recordar a los muertos. Las creencias sobre esto de los mexicas y de la mayoría de los pueblos mesoamericanos son profanas y engañosas. No es poca cosa, aunque parezca inofensivo y por muy inocentemente que queramos hacerlo. Pablo nos recuerda que no es posible participar de lo santo y de lo profano, aunque esto último tenga un envoltorio de fiesta y juego.

Verdad: Todo podemos hacer, pero no todo conviene, porque no todo edifica (v. 23). No debemos buscar nuestro propio bien, sino el del otro (v. 24). Si nos invitan a participar de algo cuyo origen es oscuro y demoniaco, es mejor abstenernos por la conciencia del incrédulo (v. 28-29). Hagamos todo para la gloria de Dios (v. 31). No debemos ser tropiezo para nadie (v. 33).

Aplicación: Hay muchos tipos de celebraciones estos días. Muchas de ellas son pretextos para reunirse con amigos y pasar un buen rato. Lo que trato de hacer con esta publicación es pedirte que uses tu libertad en Cristo para que valores y juzgues cada situación para que, a partir de tu identidad en Cristo, tomes las mejores decisiones. Estos son unos ejemplos de preguntas que podrías hacerte:

  • exactamente, ¿de qué vas a participar? ¿Es claramente profano? 
  • ¿estarás expuesto a hacer algo que va en contra de lo que crees?
  • ¿puedes participar con una conciencia limpia o harías que alguien débil en la fe tropiece?
  • ¿cuál es tu motivación? ¿Es buena?, hazlo. ¿No es buena? No lo hagas.
  • ¿es una oportunidad para compartir tu fe y afirmar tu identidad en Cristo sin que la comprometas?

Tú eres la mejor persona para responderlas. Creo que si estás leyendo esto buscas hacer lo correcto.

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Efraín Ocampo es consejero bíblico y fundó junto con su esposa Paola Rojo la organización sin fines de lucro Restaura Ministerios para ayudar a toda persona e iglesia a reconciliarse con Dios y con su prójimo.

1 Comment

  1. Sara

    Hola, está publicación me a encantado, muy buena aclaración, siempre me he preguntado por qué hay tanta violencia en México? Será por venerar a los muertos?. Dios los bendiga.

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